Aunque con la inauguración internacional del estadio Lusail el pasado 9 de septiembre con el encuentro Al Hilal, campeón de Arabia Saudí, contra el Zamalek, campeón egipcio, las obras se dieron por finalizadas en los 8 estadios que albergarán la Copa del Mundo 2022, el gobierno catarí y empresa privadas trabajan a marchas forzadas para tener listas vialidades y entornos.
A falta de poco menos de dos meses, uno de los iconos de Doha, el Museo de Arte Islámico se encuentra cerrado por remodelación y así también los accesos al centro cultural y parte de la Corniche, principal paseo costero de la capital de Qatar.
Pero éste no es el único punto inconcluso, en los alrededores del estadio Lusail, donde México y Argentina se verán las caras el próximo 26 de nov
iembre, decenas de trabajadores se afanan por completar banquetas y luminarias en los accesos al estadio insignia del Mundial.
En lo que respecta a los alojamientos, las Qatara Towers, edificio donde se hospedará el grueso de la comitiva de FIFA, también está sin terminar. Pero no sólo en el edificio se están dando los últimos retoques, sino que en el paseo marítimo los obreros continúan con remates de última hora.
No muy lejos de allí, a unos 2.4 kilómetros, se encuentra el nuevo mala de Qatar, Place Vendome, un espacio de más de 186 mil metros cuadrados de tiendas, pero que también acelera sus trabajos para estar al 100% para la llegada de los aficionados mundialistas.
Otro de los centros que va a ser punto de reunión de los aficionados, especialmente en las noches, será el Souq Waqif. Aquí se mantienen pequeños detalles en las plazas aledañas y como punto de unión del renovado downtown de Doha.
