El Gran Premio de Singapur fue sede de un momento sorpresivo, después de que Max Verstappen insultó al equipo de Red Bull en plena sesión de calificación.
Al finalizar la tanda de clasificación, los ingenieros de Red Bull pidieron que Verstappen abandonara la pista, a pesar de que estaba acortando el tiempo que firmó Charles Leclerc.
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“¿Qué carajo?, ¿qué carajo?, ¿qué carajo están diciendo? Increíble amigo, no lo entiendo, ¿qué carajo es esto?”, dijo el actual campeón de la F1 en la radio.
Ante la situación, el equipo afirmó que esta situación es por la falta de combustible, por lo que buscaron evitar una sanción y que Mad Max tuviera que largar desde el último puesto.
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“Básicamente estábamos corriendo sin combustible. Son cosas que puedes monitorear. Puedo cometer errores, el equipo puede cometerlos, pero es importante ser críticos los unos con los otros cuando la gente se equivoca, porque estas cosas no deberían de ocurrir”, afirmó el neerlandés.
Max Verstappen culminó en el octavo puesto de la clasificación del Gran Premio de Singapur, en busca de un nuevo triunfo y acercarse más al bicampeonato de Fórmula 1.
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