El actual presidente de la FIFA, Gianni Infantino, calificó como “un día oscuro para todos los involucrados en el fútbol y una tragedia más allá de la comprensión” por lo sucedido luego de un partido en Indonesia. Si bien la FIFA no tiene control sobre partidos nacionales, el organismo ha reiterado evitar el uso de gases lacrimógenos en los estadios de fútbol.
Los disturbios estallaron tras la derrota 3-2 del equipo local, el Arema FC de la ciudad de Malang, ante el Persebaya Surabaya. Decepcionados por el fracaso, miles de fanáticos locales, reaccionaron arrojando botellas y otros objetos a los jugadores y a la policía, poco tiempo después invadieron la cancha y la policia también se metió a intervenir, provocando diversos choques.
El pánico y la desesperación por salir, aparecieron después de que la policía lanzó gases lacrimógenos en un partido de fútbol de Indonesia para ahuyentar a los fanáticos molestos por la derrota de su equipo. Este hecho dejó al menos 125 muertos, la mayoría de los cuales fueron pisoteados o asfixiados. Una de las peores tragedias en el mundo.
La violencia se extendió fuera del estadio, donde al menos cinco vehículos policiales fueron volteados e incendiados. La policía antimotines respondió lanzando gases lacrimógenos, incluso hacia las gradas del estadio, lo que provocó el pánico entre la multitud.
AP recavó información de un espectador a las afuras del inmueble: “Los oficiales dispararon gases lacrimógenos directamente a los espectadores en las gradas, obligándonos a correr hacia la salida”. Muchas personas cayeron por falta de aliento y dificultad para ver debido a los gases, muchos fueron pisoteados”, explicó.
“Hemos tomado medidas preventivas antes de lanzar finalmente los gases lacrimógenos, cuando los aficionados comenzaron a atacar a la policía, desataron la anarquía y quemaron vehículos”, explicó Nico Afinta, jefe policial de Java Oriental en una conferencia de prensa.
Más de 300 personas fueron llevadas a los hospitales cercanos para tratar sus lesiones, pero muchas murieron en el camino y mientras recibían atención, informa la prensa internacional. La federación indonesia de fútbol suspendió indefinidamente los encuentros de Liga ante la tragedia y ha prohibido que el Arema sea local en sus encuentros durante el resto de la campaña.
Indonesia tiene previsto albergar el Mundial sub-20, del 20 de mayo al 11 de junio de 2023, con 24 selecciones participantes. El país asiático clasificó como local de forma automática al torneo.
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El jefe de la policía local de Malang, Ferli Hidyat, dijo que había unos 42 mil espectadores en el partido del sábado. Todos eran seguidores de Arema, dado que el organizador había prohibido que los hinchas de Persebaya ingresaran en el inmueble, con el objetivo de “evitar enfrentamientos”.
El jefe de la Policía Nacional, Listyo Sigit Prabowo, dijo que la cifra de muertos fue revisada y el número bajo de 174 a 125, luego de que las autoridades descubrieran que algunas de las víctimas se contaron dos veces. Más de 100 reciben tratamiento intensivo en ocho hospitales, 11 de ellos en estado crítico.
