La intensidad no disminuyó con el silbatazo final de Adonai Escobedo. De hecho, la chispa se encendió todavía más cuando se oficializó la clasificación del Toluca a la final y el fracaso del América.
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En cuanto terminó el partido, algunos jugadores de ambos equipos se encararon. Por las Águilas, el portero Guillermo Ochoa y el defensa Emilio Lara fueron los más activos; por los Diablos Rojos, los laterales Carlos Guzmán y Andrés Mosquera.
Ninguno más molesto que el “Pelón” Lara, a quien pareció incomodarle algo dicho por los mexiquenses. Los empujones y manotazos aparecieron de inmediato.
Lara estaba incontrolable. Federico Viñas, delantero uruguayo de las Águilas, intentó calmarlo, pero resultaba muy complicado, por lo que el portero brasileño del Toluca, Tiago Volpi, llegó a ayudarlo. Entre ambos, apenas pudieron con el chico, cuya frustración era evidente. Al mismo tiempo, Ochoa seguía en la reyerta, aunque con menos intensidad.
Tras algunos instantes, llegó la calma... Excepto para Lara, quien incluso fue conminado por Henry Martín para bajar las revoluciones. No pasó a más.
