La Selección mexicana perdió en la cancha contra Arabia Saudita, pero también en la tribuna, después de que se registrara el polémico grito homofóbico, por el cual la FIFA dio inicio a un procedimiento disciplinario contra el representativo nacional.
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Con esto, suma una segunda investigación por dicho motivo, luego de presentarse la misma situación en el debut contra Polonia, con lo que se espera que el máximo organismo del futbol mundial imponga una serie de sanciones en contra del balompié mexicano en torneos oficiales.
Pese a que la Federación Mexicana de Futbol (FMF) ya habría sido notificada por la recurrencia de esta conducta de la afición mexicana, aún no se conocen las penalizaciones, que en el pasado se han centrado en los juegos a puerta cerrada o la eliminación de puntos en la clasificación de CONCACAF.
Por lo sucedido, el Comité Disciplinario de la FIFA aplica el código 13, el cual indica que cuando haya reincidencias se aplicarán “medidas disciplinarias como la implementación de un plan de prevención, una multa, la deducción de puntos, la disputa de uno o más partidos a puerta cerrada, la prohibición de jugar en un estadio”.
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Los intentos y campañas de las autoridades del futbol mexicano y los equipos han sido insuficientes y los aficionados continúan con el grito, que nació para dirigirse al portero visitante.
En cuanto al momento del encuentro en el que se habría escuchado, a través de la señal de televisión, así como en el estadio, se oyó a un grupo de aficionados mexicanos decirlo en la parte final del partido, cuando se agotaban las esperanzas de México para pasar a octavos.
