El mundo entero está a la espera de saber la resolución del caso de Dani Alves, jugador mundialista con Brasil en Qatar y con paso efímero con Pumas, que fue denunciado por agresión sexual por una joven española, pero, mientras se resuelve su situación, al futbolista no le ha quedado de otra que adaptarse a su estancia en la cárcel.
El brasileño de 39 años no ha tenido acceso al pago de una fianza y aguarda por la apelación de su abogado Cristóbal Martell, quien tiene tiempo hasta el 31 de enero para presentarla. Mientras tanto, intenta acostumbrarse a su nueva vida y el futbol ha sido de ayuda para ello.
Según el diario La Vanguardia de aquel país ibérico, su gran carrera deportiva generó mucha expectativa en el reclusorio Brians 2 de Sant Esteve Sesrovires de Barcelona, por lo que le pidieron que sea parte de los partidos de fútbol que se juegan adentro del recinto.
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Según el medio citado, Alves ya ha jugado su primer encuentro con los otros reclusos el pasado jueves, situación que le ha ayudado a mejorar su entorno con los reclusos y con su persona.
El exjugador de los Pumas fue acusado de violar a una joven de 23 años en la discoteca Sutton el 30 de diciembre en Barcelona España.
