Los Lakers recibieron en casa al Thunder, dos equipos que manejaban un récord en la actual campaña similar, pero lo más importante de la noche no era eso, sino los puntos de LeBron James, quien podía convertirse en el máximo anotador de la historia si anotaba ciertas unidades y así fue.
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James llegó al duelo ante OKC con 38 mil 352 puntos a lo largo de su carrera, la cual comenzó en 2003 con Cleveland. Para posicionarse como el líder de anotaciones en toda la historia de la NBA, necesitaba como mínimo 35 unidades para empatar en primero o 36 para ser el líder en solitario. Y así lo hizo.
LeBron, con 38 años ya, sigue manteniendo un nivel extraordinario y, esta noche, así lo demostró. Salió a la duela como en su primera ocasión en 2003, con pasión y ganas de hacer historia. El atleta de los Lakers rebasó los 36 puntos tras 35 minutos del juego efectivo y la afición de Los Ángeles presenció un momento único e irrepetible.
Con sus 36 puntos, James superó al mítico Kareem Abdul Jabbar, quien se queda en segundo puesto con 38 mil 387 unidades, mientras que James alcanzó los 38 mil 388.
No hay duda de que, ahora, James buscará, como primer reto, romper la barrera de 40,000 anotaciones. Tras esto, tratará de alejarse lo más que pueda del segundo puesto para tratar de quedar por el mayor del tiempo como líder encestador.
