Max Verstappen se llevó el Gran Premio de Australia en el circuito Albert Park en una carrera que estuvo llena de obstáculos de principio a fin.
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Mercedes arrancó dominante, ya que George Russell le quitó rápidamente el primer lugar a Max Verstappen y Lewis Hamilton aceleró el motor para hacerle el 2-1 a Red Bull en la primera vuelta.
En la curva 3, Charles Leclerc activó el primer safety car después de un impacto de Lance Stroll en la parte trasera de su monoplaza para terminar en la zona de grava. Este inconveniente, acabó con sus posibilidades de conseguir su primer podio de la temporada, ya que le costó abandonar la contienda.
En la vuelta 8, Alex Albon perdió el control de su monoplaza y activó la primera bandera roja de la competencia, por lo que los pilotos tuvieron que ir al área de pits.
Reanudada la competencia, Checo Pérez continuó escalando posiciones, mientras que Max Verstappen activó el DRS en la vuelta 15 y le arrebató el liderato a Hamilton.
Conforme fue avanzando la carrera, el piloto mexicano escaló posiciones y llegó a la séptima posición, por lo que en ese lapso consiguió la vuelta rápida para llevarse el punto extra.
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Posteriormente, se activó la segunda bandera roja de la competencia a dos vueltas del final, después de que Kevin Magnussen perdió el control al golpear la pared con el neumático derecho de su monoplaza.
Cuando la contienda se reanudó, un choque entre los monoplazas de Aston Martin provocó la tercera bandera roja a una vuelta del final.
Minutos después, la FIA determinó que la carrera se reactivaba con el mismo orden que salieron los autos en la vuelta 56 y esto le permitió a Mad Max mantener la posición privilegiada, conquistando su segundo Gran Premio de la temporada, seguido de Lewis Hamilton y Fernando Alonso, mientras que Checo Pérez terminó en el quinto puesto.
