Los Tigres de la UANL aprovecharon su experiencia y lograron vencer por 3-2 a Chivas en tiempo extra para convertirse en el gran campeón del futbol mexicano.
Desde el comienzo el Guadalajara demostró pegada de campeón, aunque Tigres comenzó mejor el encuentro, los locales pegaron primero con una gran anotación de Roberto Alvarado tan solo al minuto 10 en un disparo de zurda colocado al poste más lejano de Nahuel Guzmán.
Dicen que el que pega primero pegan dos veces y así sucedió en el encuentro, cuando al Minuto 20, Víctor Guzmán remató de derecha en el área chica en una mala marca defensiva de los visitantes.
A pesar de los dos mazazos contundentes, Tigres no bajó los brazos y desde el segundo gol recibido hasta al silbatazo de medio tiempo buscó el arco contrario, aunque sin jugadas claras de gol.
Tigres salió con todo su arsenal para buscar el empate y tras tanto insistir la recompensa llegó al minuto 65, cuando por una mano de Antonio Briseño, André-Pierre Gignac cobró un penal de buena forma para darle vida a los universitarios.
El gol le dio en envión anímico importante para los felinos que de forma casi inmediata, encontró el empate con un remate de Sebastián Córdova en el área chica al minuto 70.
Chivas tras verse empatado, respondió y se repuso anímicamente para hacer de un partido más equilibrado.
180 minutos no fueron suficientes y los tiempos extras se hicieron presente en el Akron, en donde los primeros minutos lucieron desabridos y con mayor intención de evitar errores, aunque los felinos lucían un poco más peligrosos e incluso tuvieron una gran jugada que detuvo Miguel Jiménez.
En la segunda parte, Chivas parecía despertar, pero la experiencia jugó del lado de los felinos. Al minuto 109, en un tiro de esquina, y tras una serie de rebotes, Guido Pizarro marcó de cabeza para lo que parecía sentenciar el encuentro.
El Rebaño comenzó a responder después de la expulsión de Sebastián Córdova al minuto 116, pero la desconcentración y el cansacion fueron suficientes para evitar que se igualara el marcador.