El juego de la Selección mexicana con Qatar, de la Copa Oro, quedó marcado por un incidente violento, en el que un aficionado fue herido con una arma blanca en el tórax, la cual puso su vida en peligro, más si no era atendido dentro de la primera hora después del ataque.
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Publimetro habló con el doctor Manuel Wong Jaer, cirujano torácico y director quirúrgico del programa de trasplante pulmonar Hospital Christus Muguerza Alta Especialidad, quien nos explicó que la víctima sufrió una herida de gravedad, de acuerdo a lo que se apreció en las imágenes difundidas en redes sociales.
“Es una lesión grave, no banal. Es una lesión en una área de cuidado, que es el tórax, la base del cuello y la parte alta del tórax. Ahí hay vasos sanguíneos importantes y le sangrado no es leve, es un sangrado profuso, de moderada cantidad, que es constante, que hay un vaso abierto, grueso”, señaló el médico cirujano.
El doctor Wong comentó que la vida del paciente pudo estar en peligro si no era atendido rápidamente. “No es una herida que le matará en segundos, pero sí es una herida que durante la primera hora, lo que llaman la hora de oro de los pacientes con lesiones traumáticas, sí puede ponerlo en estado crítico y matarlo, si no recibe atención rápida”.
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De igual forma, comentó las posibles medidas de atención que recibió el sujeto para evitar minimizar el riesgo. “El servicio pre hospitalario debe de haber puesto una vía intravenosa para administrar soluciones, desinfectado la herida y empaquetado la herida, poner un antiséptico y material que hace que coagule la sangre. Lo más seguro es que pusieron este material y monitorizaron los signos vitales y lo deben de haber trasladado a un centro hospitalario para recibir atención definitiva. Seguramente esto tuvo que haber recibido atención por un cirujano torácico”.
“No puedo decir más allá, porque para saber qué se tiene que hacer se tiene que ver qué vasos se lesionaron, hacer estudios, ver de dónde está sangrando y dependiendo dónde es y qué es se establece la maniobra quirúrgica”, agregó.
Por último, apuntó que la víctima no actuó como debía después de recibir una lesión de esa gravedad. “Llama mucho la atención, la actitud de la persona, que está de pie y se limpia como si fuera algo menor, pero el sangrado es abundante. Sin embargo, no toma las medidas básicas, quedarse quieto, sentado o acostado, y hacer presión importante sobre la herida para evitar la pérdida de sangre”.
