En un emocionante partido, Nueva Zelanda logró su primera victoria en una Copa Mundial Femenina al vencer 1-0 a Noruega.
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Hannah Wilkinson anotó al inicio de la segunda parte, lo que desató la celebración en el estadio Eden Park, donde un récord de 42,137 espectadores apoyaron al equipo local; sin embargo, la victoria estuvo marcada por la tragedia, ya que horas antes del partido, un tiroteo en el centro de Auckland conmocionó a la nación anfitriona.
Antes del encuentro, un pistolero atacó un rascacielos en construcción cerca del hotel de la Selección noruega, resultando en la muerte de dos personas. Las autoridades reforzaron la seguridad en el estadio para garantizar la tranquilidad de los asistentes, entre ellos el primer ministro del país, Chris Hipkins. Tras una emotiva ceremonia inaugural en la que se honró la herencia indígena de Nueva Zelanda, se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas del tiroteo.
El partido fue intenso, con Noruega intentando concretar sus oportunidades, pero la sólida defensa de las neozelandesas, apodadas The Fern, mantuvo el marcador a su favor. La capitana Ali Riley expresó su emoción y satisfacción después del partido, destacando que la victoria fue un mensaje inspirador para las niñas de todo el país. Con esta histórica victoria, Nueva Zelanda se posicionó en la cima del Grupo A en el torneo que coorganiza con Australia, cuyo partido inaugural se llevó a cabo en Sydney contra Irlanda.
