El juego entre Chivas y Tigres, disputado en el Estadio Jalisco, tuvo un suceso lamentable, esto luego de que la afición reviviera el famoso grito homofóbico, situación que provocó que el juego fuera pausado por unos minutos.
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Corría el minuto 44 cuando Nahuel Guzmán realizó un saque de meta, momento en que la afición rojiblanca gritó al unísono la frase y el árbitro decidió suspender las acciones del encuentro, por lo que el sonido local realizó un llamado de advertencia a los asistentes para evitar que volviera a suceder.
Incluso, cuando el juego fue detenido, el Patón Guzmán retó a los seguidores del Rebaño a seguir realizando el grito homofóbico al levantar las manos como una manera de incitación, razón por la que fue amonestado.
Cabe destacar que la Liga MX cuenta con un protocolo para evitar que este tipo de acciones sigan sucediendo en los estadios, el cual cuenta de cuatro pasos:
1- Llamada de atención a través del sonido local.
2- Se detiene el partido por dos minutos; los jugadores se quedan en la cancha.
3- Se diente el partido por cinco minutos y los jugadores deben ir a vestidores.
4- Suspensión del partido (en caso de partidos oficiales, el triunfo se le da al equipo afectado).