El inicio del Gran Premio de Las Vegas no pudo ser peor, ya que los pilotos vivieron una auténtica pesadilla en la primera práctica que tuvo que ser suspendida apenas a los 10 minutos.
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Las altas expectativas sobre la competencia se fueron abajo cuando el piloto de la escudería Ferrari, Carlos Sainz, presentó problemas en el alerón delantero de su monoplaza, situación que provocó que su SF23 se quedara varado, por lo que se activó la bandera roja.
Por consecuencia, la FIA determinó que la práctica 1 se suspendía para conocer a detalle qué fue lo que provocó el percance en el auto del piloto español.
Minutos después, se confirmó que una alcantarilla abierta en el circuito de Las Vegas fue el factor del incidente que desencadenó en que la sesión no continuara al tratarse de un problema importante de seguridad para los pilotos, por lo que la segunda práctica aún está en duda de llevarse a cabo.
Dicha situación encendió las alarmas en los pilotos, ya que la pista cuenta con varias alcantarillas que podrían ser succionadas ante la velocidad con la que pasan los monoplazas. Incluso, Esteban Ocón fue otro de los corredores que presentó un percance similar al de Sainz.
Es importante mencionar que pilotos de jerarquía como Max Verstappen ya habían expresado su descontento ante la organización del Gran Premio de Las Vegas, debido a que consideraron que el organismo se preocupó más por la difusión del evento antes que tener la pista en perfectas condiciones.
