Los Kansas City Chiefs no lograron hacer valer su casa y cayeron de manera dramática ante los Buffalo Bills por 20-17 en uno de los duelos estelares de la Semana 14 en la NFL.
En un encuentro que lució como una final de conferencia adelantada, Josh Allen mostró una buena actuación en Arrowhead Stadium para propinarle el quinto descalabro en la temporada a los actuales campeones y la segunda caída consecutiva, tras la derrota el pasado lunes por la noche ante Green Bay.
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Josh Allen consiguió 233 yardas por pase, además de un touchdown por aire y otro por la vía terrestre para desbancar a Kansas City, aunque sufrió una intercepción en el segundo cuarto.
Por su parte, Patrick Mahomes acumuló 271 yardas en 25 pases completos, con un pase de anotación y fue interceptado en una ocasión.
El encuentro se definió en los últimos instantes por un par de decisiones polémicas. En primera instancia, a falta de un minuto, Travis Kelce anotó un touchdown que le daba el triunfo a Kansas, pero fue anulado por un fuera de juego de Kadarius Toney, al tener el pie por delante de la línea de golpeo.
Después, en la última jugada, Patrick Mahomes intentó un pase de más de 15 yardas en cuarta oportunidad, y fue golpeado en el brazo por uno de los defensivos antes de lanzar el ovoide, por lo que reclamó eufóricamente a los árbitros, en busca de un castigo que los mantuviera en el campo de juego.
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La derrota deja a Kansas City como el tercer mejor sembrado en la AFC, aunque con un proyecto que continúa mostrando deficiencias ante la inexperiencia de los receptores, dejando todo el trabajo a la defensa, que se coloca como la tercera con menos yardas recibidas en la NFL.
Aunque esta racha puede terminar en la siguiente semana ya que los Chiefs se enfrentarán a los New England Patriots (3-10) en el Gillette Stadium, mientras que los Bills recibirán a los Dallas Cowboys.
San Francisco alarga la racha
Brock Purdy consiguió su segundo encuentro con múltiples pases de anotación en la victoria de San Francisco 49ers por 28-16 ante Seattle Seahawks y llegar a su décimo triunfo en el año.
En un duelo divisional en el Oeste de la NFC, San Francisco se mostró con un gran nivel a la ofensiva, luego de que el corredor Christian McCaffrey consiguió 145 yardas por acarreo y rompió la barrera de las mil yardas, para continuar como el hombre más peligroso en el equipo de la Bahía, aunque no consiguió anotación por tierra.
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Mientras que Deebo Samuel tuvo una buena tarde, al conseguir 149 yardas en siete recepciones y una anotación en conexión con Purdy.
Este triunfo significó la quinta victoria consecutiva de San Francisco en el año además de mantener una racha de cinco partidos ganados en contra de Seattle, para amarrar el liderato de la división y ser el segundo mejor sembrado en la Conferencia Nacional.
