El rey sigue vivo. Los Kansas City Chiefs consiguieron su boleto al Super Bowl LVIII luego de una contundente victoria por 17-10 sobre los Baltimore Ravens, en lo que significó su primera final de conferencia como visitantes.
En un duelo donde los Jefes impusieron condiciones, también aprovecharon cada error cometido por Lamar Jackson y compañía para hacerse un nuevo título en la AFC.
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Kansas City comenzó con todo desde la primera serie ofensiva, donde consiguieron la primera anotación con una recepción de Travis Kelce.
Baltimore respondió en la siguiente serie con Lamar Jackson conectando con Zay Flowers en el primer cuarto, pero los actuales campeones se apoderaron nuevamente del ovoide y realizaron una ofensiva de casi nueve minutos para volver a irse al frente.
Los errores de Baltimore comenzaron a partir de este momento, cuando la defensiva provocó un fumble de Lamar Jackson que no entregó puntos, pero que le quitó confianza a los locales.
Tras dos series por bando, Kansas City aumentó su ventaja con un gol de campo en los últimos instantes del segundo cuarto, con un gol de campo que los puso arriba por 10 puntos.
En el inicio de la segunda mitad, Baltimore permitió que Kansas realizara ofensivas muy largas, aunque los puntos no llegaban. Pero, el declive llegó en el último cuarto.
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Tras un pase de Zay Flowers, el receptor perdió el ovoide a solo una yarda de la zona de anotación, lo que le dio un touchback a los Jefes.
Después, en la siguiente serie para los Cuervos, Lamar lanzó una intercepción en zona de anotación que provocó la desesperación de la ofensiva, aunque logró un gol de campo en la parte final.
En estadísticas, Lamar Jackson registró 272 yardas, con un pase de anotación y una intercepción, además de fue el más peligroso por tierra, con 54 yardas de acarreo. Mientras que Patrick Mahomes tuvo 209 yardas por aire y un pase de anotación.
Con este resultado, Kansas City volverá a aparecer en un Super Bowl por cuarta ocasión en los últimos cinco años, en busca del bicampeonato.
