Julio César Chávez es considerado el mejor boxeador mexicano de la historia; sin embargo, su vida no solo ha estado acompañada de momentos de éxito y glamour, también, de episodios tristes que lo han marcado, como fue la muerte de su hermano Rafael Chávez.
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En entrevista para el programa Pichi Podcast, el expugilista sinaloense reveló que el fallecimiento de su hermano el 25 de junio de 2017 en Culiacán, tras ser víctima de un asalto, fue uno de los momentos más difíciles de su vida debido al aprecio que le tenía.
Incluso, el César del boxeo confesó que tras esta situación complicada, estuvo a punto de recaer en las drogas y cobrar justicia por su propio cuenta, algo que finalmente no sucedió.
“Estuve a punto de drogarme otra vez, a punto de tomar, a punto de juntarme con unos malandrines e ir a buscar a esos hijos de su puta madre y matarlos, a chingar a su madre”, comenzó diciendo.
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“Gracias a Dios ya chingaron a su madre. Yo no los maté, yo no sé quién fue, pero los mataron. La gente se los entrega y a chingar a su madre, pinche bola de culeros”, añadió.
Es importante mencionar que Julio César Chávez lleva varios años sin consumir algún tipo de droga o bebidas alcohólicas, sustancias que mancharon su exitosa carrera.