El partido que Estudiantes y Boca Juniors igualaban 0-0 en La Plata el domingo fue suspendido a los 27 minutos, inmediatamente después de que el chileno Javier Altamirano, volante del equipo local, fuera retirado en ambulancia del campo de juego del Estadio UNO, tras sufrir convulsiones.
“Está en buenas manos, en las manos de los doctores. Es un chico que está solo acá con su señora, en el país. Queremos darle tranquilidad a su familia que está en Chile de que lo estabilizaron, esperamos que siga mejorando”, dijo el entrenador de Estudiantes, Eduardo Domínguez, en declaraciones a la televisión argentina.
El árbitro Fernando Echenique interrumpió el juego ante los llamados desesperados de los compañeros de Altamirano que reclamaban su atención. Enseguida ingresó a la cancha una ambulancia, que retiró al futbolista de 24 años de inmediato. Y un par de minutos después, tras consultas con el capitán de Estudiantes, José Sosa, el juez decidió dar por suspendido el juego.
“Hay muchas cosas más importantes que un partido de futbol. La vida va por delante de cualquier situación”, agregó el técnico en relación a la decisión de suspender el cotejo.
“Era muy difícil continuar, entré al vestuario y los jugadores estaban llorando… la señora de Altamirano, embarazada, estaba en la platea, ahora ya está con él”.
Domínguez agregó que Altamirano se encuentra ingresado en una clínica cercana al estadio. “No tuvo un choque, fue (estando) solo (lo que le pasó). Cuando mejore, lo analizarán para ver por qué sucedió esa situación”, añadió el técnico.
En los instantes que siguieron al traslado de Altamirano en ambulancia fue posible ver a su compañero Enzo Pérez visiblemente conmovido en el campo de juego por lo sucedido.