Sergio Pérez finalizó quinto en el Gran Premio de Australia de la Fórmula 1; sin embargo, enfrentó algunos problemas en el circuito de Albert Park, por lo que no pudo igualar a los Ferrari, que terminaron por hacer el 1-2 en la carrera.
Pese a esto, el asesor de Red Bull señaló en la columna que realiza para Speedweek que esto no fue culpa del mexicano, sino que su RB20 se vio afectado por otros factores.
“Sergio no ha hecho una mala carrera, al contrario. Tenía daños relativamente grandes debajo del auto por conducir sobre los bordillos altos. Max también descubrió el viernes lo peligrosos que son. Para estar seguros, le quitamos el motor para que Honda pudiera asegurarse de que no sufriera ningún daño”, indicó el expiloto.
También explicó que el graining (pedazos de goma que se pegan a los neumáticos) provocó que el rendimiento del Checo cayera, además de los daños que tenía el monoplaza en la parte baja.
“No sabemos exactamente cuándo sufrió este daño, porque a veces pudo marcar los mismos tiempos de vuelta que los líderes, pero luego cayó drásticamente con el graining. Aún no está claro si el desgaste extremo se debió a la parte baja afectada o si nuestra configuración fue demasiado agotadora”, agregó.
El GP de Australia no fue el mejor para Red Bull, después de haber ganado las dos primeras carreras de la temporada. Checo concluyó en la quinta posición, a casi un minuto de Carlos Sainz, ganador; mientras que Max Verstappen no pudo terminar la prueba.
La Fórmula 1 tendrá una semana de pausa y volverá para el próximo 6 de abril con el Gran Premio de Japón, en el que la escudería austriaca tratará de volver a pelear por los primeros lugares.