La esperada pelea entre Ryan García y Devin Haney por el título superligero del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) se ha visto empañada por un inconveniente significativo; García pesó 143.2 libras en el pesaje, superando el límite de 140 libras para la categoría y esta discrepancia de 3.2 libras planteó dudas sobre la viabilidad del combate.
A pesar del incumplimiento de Ryan con el peso contractual, se logró un acuerdo entre ambas partes para que la pelea se lleve a cabo según lo planeado el sábado en el Barclays Center en Brooklyn; sin embargo, las repercusiones financieras para García son significativas, ya que deberá compensar a Haney con más de 600 mil dólares de su bolsa debido al exceso de peso.
La situación también tiene implicaciones deportivas, dado que al no lograr el peso requerido, no será elegible para ganar el título de peso superligero del CMB de Haney, en caso de que el campeón fuera derrotado, el título quedaría vacante, dejando a ambos boxeadores sin la posibilidad de coronarse.
Reincidencia en la báscula
Esta no es la primera vez que García enfrenta problemas relacionados con el peso; en su pelea contra Óscar Duarte, Ryan también excedió el límite de peso, lo que plantea interrogantes sobre su disciplina y preparación para los combates.
El desenlace de esta situación confirma las advertencias previas de Haney, quien durante las conferencias de prensa de la semana había anticipado que su rival no cumpliría con el peso establecido, a pesar de la apuesta propuesta por García de pagar $500,000 por libra excedida, el resultado final es una multa económica significativa y la pérdida de la oportunidad de competir por el título.
A pesar de estos contratiempos, la pelea entre García y Haney sigue generando expectación entre los aficionados al boxeo, quienes esperan un emocionante enfrentamiento entre dos destacados pugilistas en el panorama deportivo actual.