Los últimos meses han resultado muy complicados para Julio César Chávez Jr. debido a su adicción a pastillas para bajar de peso así como su detención en Estados Unidos por posesión de armas de fuego; sin embargo, antes de este incidente el boxeador mexicano pensó que podía morir.
El hijo de la leyenda del boxeo confesó que no pasaba por un buen momento mental, lo que lo llevaba a atacar a personas cercanas, mientras que su salud se deterioraba.
“No soy tan valiente como para quitarme la vida. Se necesita mucho valor. En mis días más difíciles, fue mi malestar estar aquí con todo, solo, mi papá enojado diciendo que iban a ir por mí, la pistola, mi esposa ya no quería saber nada de mí y se quería divorciar por como estaba. Todo esto para mí era acabarse el mundo, viví muchos días así”, declaró en entrevista para el programa Zona Mixta de Telemundo Deportes.
También reveló que ir a la cárcel le ayudó, debido a que pensaba que podía perder la vida. “Cuando entré a la cárcel fueron los días que más descanse en los últimos tres meses, que fueron muy difíciles, muy cansados. Varias veces me sentí mal, pensé que me iba a morir, pero sí aguanté”, contó.
El excampeón de peso medio del CMB admitió que la depresión también lo afectó, aunque la disfrazaba con el ejercicio, pero que ahora se encuentra mejor.
“Estoy mejor que nunca, porque siempre había cosas escondidas ahí, y esta vez no, estoy impío, estoy bien y así me voy a mantener. Realmente hoy estoy en mejoría, no te los tiene que decir mi papá ni nadie. Yo no me daba cuenta. Ojalá me dure la oportunidad que quiero seguir así”, señaló.
Por último explicó que esta rehabilitación es diferente a otras que tuvo en México y que todo lo está haciendo por él y no por nadie más.
“La Corte es importante. Aquí nadie habla con mi esposa, hablan conmigo. El nivel de recuperación es más alto que en México. Nos aislamos, lo que hace una clínica es reintegrarte a la sociedad. Aislarte es como estar en una jaula. Aquí he estado yendo a las pláticas, tengo mis amistades, psicólogos. No es magia, tratan con la persona, no con el nombre y sí con lo que ha pasado”, agregó.