La jornada electoral de este 2 de junio llegó a su fin y con ella la mayoría de la población mexicana eligió a Claudia Sheinbaum como la próxima presidente de la República Mexicana, por lo que será la primera mujer que ocupe este cargo en el país.
La sede tripartita, conformada por México, Estados Unidos y Canadá, fue designada el 13 de junio de 2018, cuando todavía estaba en funciones como presidente Enrique Peña Nieto.
Mientras que en diciembre del 2023, en el mandato de Andrés Manuel López Obrador, se eligió al Estadio Azteca en la CDMX, el Akron en Guadalajara y el BBVA en Monterrey por las sedes locales.
Por lo que ahora le tocará a Sheinbaum Pardo inaugurar la vigesimotercera edición de la Copa del Mundo, recordando que el partido inaugural se llevará a cabo en el Coloso de Santa Úrusula el 11 de junio del 2026.
Esta será la tercera ocasión que el Azteca albergue la ceremonia de inauguración, así como el primer encuentro del máximo torneo de selecciones, recordando que ya lo hizo en 1970 y en 1986.
Todas las miradas del mundo estarán puestas sobre nuestro país y Claudia Sheinbaum será la encargada de darle la bienvenida a las 48 selecciones participantes, aunque no todas jugarán en territorio azteca.
¿Qué presidentes inauguraron los anteriores mundiales?
México será por tercera ocasión anfitrión de la Copa del Mundo de la FIFA, aunque en las dos ediciones anteriores no compartió la sede, pero qué presidentes estuvieron a caro de la inauguración en ese entonces.
En 1970, el presidente de la FIFA Sir Stanley Rous, estuvo acompañado del mandatario Gustavo Díaz Ordaz, quien en su discurso dijo “declaro solemnemente inaugurado el IX Campeonato Mundial de Futbol Copa Jules Rimet”.
La afición le dedicó una rechifla, debido a que tenía poco de sucedido la masacre de estudiantes en Tlatelolco, del 2 de octubre de 1968, aunque poco duró, debido a que rápidamente inició el show de inauguración.
Mientras que en 1986, el presidente a cargo fue Miguel de la Madrid. Durante su discurso, el sonido del Azteca falló, por lo que la gente aprovechó para abuchearlo y dedicarle pitidos, en parte por el mal desempeño que tuvo el gobierno tras el terremoto de 1985.