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Fallece el mejor jardinero central en la historia del beisbol de las Grandes Ligas

El icónico pelotero que forma parte del Salón de la Fama de la MLB dejó perdió la vida a los 93 Años

Willie Ways
Willie Ways ARCHIVO - Willie Mays, de los Gigantes de Nueva York, posa para una foto durante la pretemporada de 1972 (AP Foto, archivo) (Anonymous/AP)

El brillante pelotero Willie Mays, cuya combinación de talento, actitud y expresividad lo convirtieron en una de las figuras más queridas y destacadas en la historia del deporte estadounidense, murió a los 93 años, su familia y los Gigantes de San Francisco anunciaron conjuntamente que el exjugador había “fallecido en paz”, rodeado por sus seres queridos.

Un legado en el Salón de la Fama

Willie Mays, considerado por muchos como el mejor jardinero central en la historia del béisbol, era el miembro más longevo del Salón de la Fama que seguía con vida. Su estilo de juego, caracterizado por atrapadas espectaculares y su habilidad para recorrer las bases con una energía contagiosa, se convirtió en un símbolo de la alegría y la pasión por el beisbol.

Uno de los momentos más icónicos de Mays fue su famosa atrapada por encima del hombro durante la Serie Mundial de 1954. Este acto defensivo se convirtió en una de las hazañas más celebradas en la historia del rey de los deportes, demostrando su extraordinaria habilidad y su instinto natural para el juego.

A lo largo de sus 22 temporadas en las Grandes Ligas, casi todas con los Gigantes de Nueva York y luego de San Francisco, Willie Mays dejó una huella imborrable con sus impresionantes estadísticas: un promedio de bateo de .302, 660 jonrones, 3,283 hits, más de 2,000 carreras anotadas y 12 Guantes de Oro.

Desde sus primeros días en el beisbol profesional, Mays demostró ser un talento excepcional. Su influencia trascendió el deporte, inspirando a generaciones de jóvenes atletas y dejando un legado duradero en la cultura del beisbol.

El fallecimiento de Willie Mays marca el fin de una era en el beisbol, pero su legado vivirá a través de sus innumerables contribuciones al deporte, su vida y carrera no solo celebran sus impresionantes habilidades atléticas, sino también su espíritu dedicación al deporte.

Los fanáticos, excompañeros y el mundo del deporte en general recordarán a Mays como uno de los más grandes jugadores de todos los tiempos, cuya pasión y alegría por el juego seguirán inspirando a futuras generaciones.

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