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“Llego a París 2024 con más madurez”: Elena Oetling

La atleta tapatía nos contó en exclusiva sobre sus inicios en la vela y cómo llega a sus segundos Juegos Olímpicos

Elena Oetling acudirá a los próximos Juegos Olímpicos con la intención de superar el resultado que obtuvo en Tokio 2020.
Elena Oetling acudirá a los próximos Juegos Olímpicos con la intención de superar el resultado que obtuvo en Tokio 2020. Foto: Mexsport (Adrian Macias)

Elena Oetling Ramírez es una velerista mexicana de 31 años originaria de Chapala, Jalisco, que comenzó a practicar esta disciplina desde los 9 años gracias a la influencia de su familia.

En entrevista exclusiva con Publimetro, la deportista azteca habló sobre sus inicios en la vela, los sacrificios que ha hecho para poder practicar su disciplina a nivel profesional, así como la ilusión que tiene por conseguir un resultado histórico en París 2024, su segunda experiencia en Juegos Olímpicos, donde competirá en la modalidad ILCA 6.

  • ¿A qué edad comenzaste a practicar tu disciplina y quién te inculcó el amor por ella?

Empecé a competir y a entrenar a los 9 años, cerca de cumplir los 10, pero la pasión por la vela comenzó desde muchísimo antes, prácticamente desde que nací. Mi papá, mi abuelo, son grandes apasionados de la vela. Desde muy chiquita siempre estuve rodeada de barcos, de planchas, pero más en la parte recreativa. El plan era más como salir el domingo a darle la vuelta al lago (de Chapala) a pasear, a disfrutar del día, tomarse un refresco. Pero fue a la edad de 9 años que ya entré al equipo de vela del club al que asistía con mi familia los fines de semana. El entrenador, conociendo que traía la vela en la sangre, decide invitarme y la verdad es que me gustó. Más que nada fue el tema de convivir con los otros niños, de tener los fines de semana un grupito de amigos y salir a divertirse, ir a competencias juntos. Eso fue lo que me llamó la atención al inicio.

  • ¿En qué momento decides practicar la vela de una manera más profesional?

No hay un momento específico; sin embargo, es algo que siempre soñé con poder hacer. Simplemente no tenía quizás los recursos o las posibilidades de hacerlo, pero fue a partir de Barranquilla 2018, cuando gané la medalla de oro en los Juegos Centroamericanos, que era yo en ese momento atleta de la Secretaría de Marina de México y accedo a mejores becas, más apoyos y recursos para poder entrenar y competir. Es ahí que comienza a ser más profesional por así decirlo, que le puedo dedicar más tiempo y fue evolucionando hasta el día de hoy que estoy por llegar a mis segundos Juegos Olímpicos y que prácticamente me dedico no de lleno, porque tengo otras cosas, pero sí dedico probablemente el 80% de mi tiempo a esto.

  • ¿Qué diferencia podemos encontrar entre la Elena de Tokio 2020 con la que participará en París 2024?

Primero, la madurez. Segundo, de saber cómo se viven unos Juegos Olímpicos, de conocer el proceso. Porque no nada más es experimentar las dos semanas de Juegos Olímpicos, sino también, de qué se trata, hacer una campaña olímpica, un proceso olímpico. Qué es lo que vas a sentir, qué es lo que vas a vivir, los momentos buenos, saber que va a haber momentos malos de mucha duda, incertidumbre, estrés. Toda esta experiencia y madurez me lleva a enfrentar estos Juegos Olímpicos ya no solamente buscando una participación, sino un resultado mejor con el que yo me sienta contenta y no solamente decir ‘bueno vamos a ver de qué se trata’. Siempre uno va a dar lo mejor de sí, pero esta vez ya con un objetivo más claro.

  • El objetivo siempre es mejorar el resultado anterior y también soñar con una posible medalla, ¿cierto?

Creo que para mí es un top 20, algo realista, algo que no va a estar fácil, pero creo que se puede. Se puede lograr si mantenemos una buena preparación. Obviamente sí, creo que en un buen día, me encantaría decir ‘puedo pelear por la medalla’; sin embargo, en mi forma de verlo, me gusta ser un poco más realista y decir bueno, esto es a lo que aspiro. Claro, teniendo en cuenta el sueño y sabiendo que si se puede tener la oportunidad de pelear por una medalla, se va a pelear, pero teniendo los pies bien puestos en la tierra.

  • ¿Qué tan importante es para ti tener a una entrenadora tan experimentada como Tania Elías Calles?

Tania ha sido pieza fundamental para lograr mis objetivos, en poder llegar a unos segundos Juegos Olímpicos y la verdad es que para mí también es un sueño porque de chiquita fue mi inspiración. Yo la veía, la leía en los periódicos y poder ahora llegar a estos Olímpicos de la mano de ella, la verdad es que es algo increíble. De chiquita a lo mejor jamás hubiera pensado que fuera posible y pues bueno, es más de lo que pudiera pedir.

  • ¿Cómo te estás preparando de cara a París 2024?

Todo junio estaremos en Marsella, que es la sede de los Juegos Olímpicos, haciendo un campamento de preparación donde estaremos adaptándonos a las condiciones del lugar, la parte geográfica, conocer un poco más la geografía, los patrones de viento, de mareas, para poder adaptarnos y llegar con confianza y tener conocimiento de las condiciones del lugar. Ese campamento de entrenamientos se finalizaría con la última Copa del Mundo en Alemania y de ahí volveremos a México para hacer la última descarga y afinar los últimos detalles para volar con la delegación a París.

  • ¿Qué tan complicado resulta para ti el poder combinar esta pasión por la vela con tu vida personal?

Esto implica muchos sacrificios, implica un costo muy alto. Sin embargo, por suerte mi familia y las personas que son cercanas a mí, mis seres queridos, mis amigos, mi pareja, comprenden muy bien lo que estoy haciendo y entienden que este es el momento de dedicarle este tiempo. Un deporte como el mío en el que tenemos que estar fuera tanto tiempo tiene sus retos. Sé que vendrán otras etapas donde sí pueda tener ese balance y donde sí pueda dedicarle más tiempo a mi vida personal y a otros aspectos. Ahorita la verdad no me arrepiento y estoy muy contenta con cómo lo he podido llevar, de saber que no es fácil y que no hay un balance, realmente la vida personal se queda un poco de lado en este momento.

  • ¿Qué consideras que le hace falta a la vela para ser más reconocida en México?

Esa es la pregunta de los huevos de oro. La verdad creo que es una falta de cultura náutica, empezando por el poco acceso que tenemos los mexicanos a pesar de que estamos rodeados de costa. Pero va desde cuántos mexicanos realmente saben nadar y tienen acceso a una alberca, la mayoría de las personas le tienen miedo al mar. El acceso al agua normalmente es privado. Por ejemplo, si tú tienes un velero de dónde lo saco al mar, no hay muchas marinas, muchas rampas, entonces en ese sentido creo que es la parte que más se complica. En muchos otros países donde la vela es popular, hay muchas instalaciones públicas donde la gente puede tener un velero, llegar y sacarlo al agua, dar la vuelta y regresar sin mucha complicación. Aquí en México no contamos con esas instalaciones, de entrada. Hay miles de otros factores, pero yo creo que este es el principal, el acceso al agua.

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