En el reciente encuentro entre Tijuana y Cruz Azul, el árbitro Ismael López Peñuelas, sancionó con tarjeta amarilla una falta grave cometida por Joe Corona, en los primeros minutos del partido, cuando impactó la cabeza de Ignacio Rivero con sus tachones, situación que la Comisión de Árbitros reconoció como un error significativo.
¿Cuál fue la postura de la Comisión de Árbitros?
Según el comunicado de la Comisión, la acción de Corona se calificó como juego brusco grave, ya que el centrocampista de Tijuana saltó con la pierna extendida de manera peligrosa, lo que pudo haber causado una lesión seria a su oponente. “Joe Corona saltó de forma temeraria para disputar el balón, sin controlar su cuerpo, y terminó golpeando la cabeza de Rivero, lo que debió ser sancionado”, explicó en un video publicado.
El árbitro del partido, viendo la jugada desde su perspectiva, permitió que el juego continuara, evaluando que se trataba de un contacto normal en la disputa del balón; sin embargo, el VAR inició una revisión de la jugada utilizando procedimientos incorrectos, lo que llevó a una mala comunicación entre el árbitro central y la cabina. A pesar de solicitar una revisión, el árbitro mantuvo su decisión inicial erróneamente.
Los audios divulgados revelan la conversación entre el árbitro y el equipo del VAR. “Creo que juega el balón y no lo ve. Él viene de atrás. Sí hay sangre, pero considero que es accidental porque el jugador viene de atrás, juega el balón y luego le pega”, justificó el árbitro su decisión.
Este incidente desató una ola de críticas hacia la aplicación del VAR y las decisiones arbitrales. La admisión de este error por parte de la Comisión de Árbitros es un paso hacia la transparencia y la mejora en la interpretación de las reglas y la comunicación en futuros partidos.