El futbol mexicano está de luto. Rubén Maturano falleció el viernes 2 de agosto en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, a la edad de 79 años. Deja una profunda huella en el fútbol nacional al haber formado parte del legado de Nacho Trelles como su auxiliar técnico y preparador físico.
Maturano destacó en la escena deportiva desde la década de los setentas como la mano derecha de Don Ignacio Trelles, renombrado director técnico del futbol nacional. Desempeñó un papel crucial como preparador físico y auxiliar técnico en diversos equipos mexicanos.
A inicios de los años noventas, el ‘Profe Maturano’ se separó de Nacho Trelles para buscar protagonismo por sí mismo, asumiendo el rol de técnico en varios equipos, entre ellos Santos Laguna. En la ciudad de Coahuila, logró un notable éxito entre las temporadas de 1989 a 1992, convirtiendo al antiguo Estadio Corona en “La Casa del Dolor Ajeno”, un lugar temido por los equipos visitantes.
Más adelante, dirigió a los Escorpiones de Zacatepec y a la escuadra de la Universidad de Guadalajara, donde se desempeñó en diversas posiciones dentro de las plantillas. Posteriormente, se estableció en la ciudad tapatía, donde se dedicó al análisis de futbol en los medios de comunicación.
La legendaria dupla entre Maturano y Trelles
El trayecto de Rubén Maturano en el balompíe comenzó gracias a Nacho Trelles, quien lo entrenó en sus inicios como futbolista y luego lo regresó a México desde el viejo continente cuando se preparaba para convertirse en profesional de la preparación física.
En ese momento, Maturano ya era conocido en el ambiente futbolístico nacional. Sin embargo, algunos pensaban que Don Ignacio Trelles traía a un experto europeo debido al nivel que representaba en el futbol mexicano. A pesar de esto, Maturano logró ganarse el respeto junto al DT.
Maturano empezó a recibir reconocimiento tras conquistar dos títulos junto a Trelles con Cruz Azul en los años setentas. Posteriormente, recorrieron diversas escuadras en el territorio nacional. Aunque en un momento rompieron su relación profesional, su amistad fuera de las canchas perduró hasta el fallecimiento de Ignacio Trelles y, ahora, de Rubén Maturano.
