En los Juegos Olímpicos de París 2024, un episodio de gran emotividad capturó la esencia del espíritu deportivo, durante la carrera preliminar femenina de 100 metros, la corredora Lucía Moris de Sudán del Sur, sufrió una caída dolorosa, lo que resultó en uno de los momentos más conmovedores del evento.
¿Qué sucedió en París?
Lucía Moris, considerada una de las favoritas, avanzaba con determinación por el carril 1; sin embargo, a unos 30 metros de la meta, sufrió una lesión que la hizo caer al suelo entre gritos de dolor, estremeciendo a todos los presentes.
Mientras tanto, en el carril 2, la atleta laosiana Silinia Pha Aphay, de 28 años, completaba la carrera en sexto lugar con un tiempo de 12.45 segundos.
Al cruzar la meta y notar la situación, Pha Aphay no dudó en actuar ignorando su propia carrera, corrió a asistir a Moris, quien se encontraba en el suelo, no solo sufriendo el dolor físico de su lesión, sino también la tristeza de ver sus sueños olímpicos truncados.
Pha Aphay intentó llamar la atención de los médicos mientras consolaba a Moris, permaneciendo a su lado hasta que fue trasladada en camilla.
Un Ejemplo de Hermandad Deportiva
“Todos los atletas de 100 metros saben lo que se siente ser herido. Es un gran sueño estar aquí. Pero lastimarte en este escenario es devastador. Todos conocen ese sentimiento”, expresó Pha Aphay, según reportes; cuyo gesto no solo mostró una profunda empatía, sino que también resaltó los valores fundamentales del olimpismo: la hermandad y el apoyo mutuo.
Este acto de ayuda se convirtió en uno de los momentos más virales de los Juegos Olímpicos de París 2024, recordándonos que más allá de la competencia, el verdadero espíritu olímpico reside en la unión y la humanidad compartida entre los atletas.
