La NFL encendió las emociones en Latinoamérica en su primera fecha internacional con el juego entre los Green Bay Packers y los Eagles de Filadelfia durante la semana inaugural en el Estadio Neo Química Arena, en São Paulo, Brasil, casa del Corinthians.
Tras el anuncio, los jugadores no se hicieron esperar con sus reacciones. El cornerback de los Eagles, Darius Slay, se colocó en la mira de los aficionados brasileños después de hacer unas declaraciones en las que expresó que no quería ir al país del Amazonas debido a su “tasa de criminalidad”.
Los comentarios llegaron rápidamente a la comunidad verdeamarela que sigue de cerca la National Football League. Indignados, miles de aficionados cuestionaron seriamente su opinión, lo que provocó varias reacciones, y algunos de ellos atacaron al jugador.
A través de redes sociales, varios seguidores del futbol americano y del equipo campeón del Super Bowl LII lanzaron comentarios negativos al jugador. Sin embargo, algunos confundieron a Darius Slay con Darius Slayton, de los Giants de Nueva York, debido a la similitud en sus nombres y atacaron al jugador equivocado.
Los ánimos no se calmaron hasta que el receptor del equipo que juega en East Rutherford, Nueva Jersey, lanzó un mensaje a través de X (anteriormente Twitter), pidiendo que dejaran de atacarlo porque él era “inocente”.
“Querida gente de Brasil, mi nombre es Darius SlayTON, juego como WR para los Giants y soy inocente”, escribió el 86 del equipo campeón del Super Bowl XLVI en su cuenta.
El polémico color de los Eagles en el estadio del Corinthias
La polémica reacción de Darius Slay pudo haber surgido a partir de que, posterior al anuncio del partido, se notificó a los jugadores de Filadelfia que no podrían jugar de verde, a pesar de ser locales en el compromiso internacional.
Por alguna razón, posible traducción, los jugadores entendieron que se debía a un tema de pandillerismo. Sin embargo, la razón es que existe una fuerte rivalidad entre el Corinthians y el Palmeiras, y el color verde, que porta el Palmeiras, se acostumbra a prohibir a los asistentes para evitar que vistan el color de su rival.
