Dikembe Mutombo, el legendario pívot y miembro del Salón de la Fama, falleció este lunes a los 58 años tras una valiente batalla contra un tumor cerebral el que su familia había revelado en 2022 que recibía tratamiento en Atlanta por esta enfermedad.
De acuerdo con el comunicado de la NBA, el exjugador murió rodeado de sus seres queridos. La liga destacó su impacto tanto dentro como fuera de la cancha, recordando su legado y dedicación al deporte:
“Dikembe Mutombo era simplemente más grande que la vida misma. En la cancha, fue uno de los mejores bloqueadores de tiros y jugadores defensivos en la historia de la NBA. Fuera de la cancha, puso su corazón y alma en ayudar a los demás”, dijo en un comunicado el comisionado de la liga, Adam Silver. “El espíritu indomable de Dikembe continúa en aquellos a quienes ayudó e inspiró a lo largo de su extraordinaria vida”.
Dikembe Mutombo y su legado en la NBA
Nacido en la República Democrática del Congo, Mutombo fue uno de los defensores más destacados en la historia de la NBA, jugando 18 temporadas para: Denver Nuggets, Atlanta Hawks, Philadelphia 76ers, New Jersey Nets, New York Knicks y Houston Rockets.
Su legado incluye cuatro premios como Jugador Defensivo del Año y tres selecciones a los All-NBA Teams. Ocupa el puesto 20 en la historia de la liga en rebotes, con un total de 12 mil 359, y es el segundo en bloqueos, con 3 mil 289, solo detrás de Hakeem Olajuwon.
Mutombo era conocido no solo por su imponente estatura de 2.18 metros y su formidable presencia en la cancha, sino también por su característico gesto de negar con el dedo tras un bloqueo, un símbolo que se convirtió en su firma personal.
Además, fue protagonista de uno de los momentos más icónicos de los playoffs, cuando en 1994 ayudó a los Nuggets a eliminar al primer sembrado, los Seattle SuperSonics, en la primera ronda, marcando un hito en la historia de la NBA.
La solidaridad de Mutombo
Fuera de la duela, Mutombo dedicó gran parte de su vida a causas humanitarias. Fundó la Fundación Dikembe Mutombo en 1997, enfocándose en mejorar la salud, la educación y la calidad de vida en su natal Congo. Su fundación ha sido responsable de la construcción de un hospital de 170 camas en Kinshasa, que ha atendido a casi medio millón de personas sin importar su estatus socioeconómico.
El comisionado de la NBA, Adam Silver, expresó su tristeza por la pérdida de Mutombo: “Dikembe era simplemente más grande que la vida misma. En la cancha, fue uno de los mejores bloqueadores de tiros. Fuera de ella, entregaba su corazón y alma a ayudar a los demás”.
Además de su legado en el baloncesto, Mutombo fue miembro de varias juntas directivas de organizaciones como los Juegos Olímpicos Especiales y la Fundación CDC. Hablaba nueve idiomas y fue un ferviente defensor del desarrollo del baloncesto en África, participando activamente en la Basketball Africa League.
Mutombo se retiró de la NBA en 2009, pero su influencia perdurará en el deporte y en las numerosas vidas que tocó a través de su trabajo humanitario. Su fallecimiento deja un vacío en el mundo del baloncesto, pero su espíritu indomable y su dedicación a las causas nobles seguirán inspirando a futuras generaciones.
