En el corazón del Autódromo Hermanos Rodríguez, donde rugen los motores de los bólidos más rápidos del mundo, se encuentra un tesoro que va más allá del podio: el trofeo del Gran Premio de México, creado por la prestigiosa casa joyera TANE México 1942, este galardón se ha convertido en un símbolo de la victoria y un objeto de deseo para los pilotos de Fórmula 1.
¿Cómo es el trofeo del Gran Premio de México?
Desde 2015, el trofeo del Gran Premio de la Ciudad de México de Fórmula 1 es una obra de arte que combina tradición y modernidad, esta pieza, elaborada a mano en plata .925, se ha convertido en un símbolo de prestigio y en el trofeo más deseado por los pilotos que compiten en el circuito del Autódromo Hermanos Rodríguez.
El trofeo presenta un diseño único que rinde homenaje a la cultura mexicana, con líneas que evocan las alas del águila real, el majestuoso emblema del escudo nacional, su estructura refleja dinamismo y movimiento, características que representan la velocidad y el poderío de la Fórmula 1.
Además, el trofeo se monta sobre una base de cuarzo verde aventurina, lo que le confiere una belleza singular y un toque distintivo.
Este codiciado trofeo ha sido levantado por algunos de los mejores pilotos de la Fórmula 1; desde su creación, solo tres pilotos han tenido el honor de recibirlo: el alemán Nico Rosberg, quien se llevó la victoria en 2015; el británico Lewis Hamilton, que lo alzó en dos ocasiones (2016 y 2019); y el neerlandés Max Verstappen, quien ha dominado el circuito mexicano en cinco ediciones (2017, 2018, 2021, 2022 y 2023). Los tres campeones han dejado su huella en la historia del México GP y en el podio de vencedores de esta competencia.
Cada año, TANE elabora cuatro versiones del trofeo para premiar a los tres primeros lugares y a la escudería ganadora. Las versiones para el primer lugar, tanto del piloto como del constructor, miden 60 x 15 x 11 centímetros, mientras que los trofeos para el segundo y tercer puesto tienen dimensiones de 47 x 13 x 9 centímetros.
Estos detalles reflejan la meticulosidad y el cuidado con los que se diseñan estas piezas, que se han convertido en un emblema de la Fórmula 1 y del México GP, apreciado tanto por su valor artístico como por su significado de victoria.
