El próximo compromiso de Guillermo Hermoso de Mendoza en la Plaza Monumental México es más que una cita en el ruedo; es una oportunidad para honrar un apellido lleno de historia y, al mismo tiempo, consolidar su propio legado.
Hijo del legendario Pablo Hermoso de Mendoza, Guillermo sabe forjar su camino en la tauromaquia con un estilo que combina clasicismo y juventud, a sus 24 años, este rejoneador no solo enfrenta la presión de portar uno de los apellidos más icónicos del toreo, sino también el reto de conquistar los corazones de un público exigente que espera grandeza en cada faena.
En entrevista exclusiva con Publimetro, Guillermo comparte sus reflexiones sobre el peso del legado familiar, la evolución del arte taurino y la preparación mental que implica enfrentarse a un toro, desde su admiración por las características únicas del toro mexicano hasta su conexión con los aficionados jóvenes, Hermoso de Mendoza se perfila como una figura clave en la nueva generación de toreros que, sin perder la esencia tradicional, busca llevar la tauromaquia a nuevas alturas.
¿Cómo te sientes de cara a este nuevo compromiso? ¿Cómo fue recibir la noticia de esta oportunidad en un recinto tan emblemático?
— Muy feliz, la verdad. Todo torero trabaja y sueña con estar en las grandes plazas y ferias, y esta monumental tiene un significado único para nuestra familia. Ha sido crucial en la carrera de mi padre, quien tiene tres rabos cortados aquí, además de su despedida el año pasado, que fue un evento increíble. Es un honor y una gran responsabilidad estar en este ruedo tan importante. Por supuesto, esto viene acompañado de nervios y mucha responsabilidad, porque sé que el público espera mucho. Espero poder estar a la altura y que sea una tarde especial.
Hablando del apellido Hermoso, que tiene tanto peso en la tauromaquia, ¿te sigue generando presión o cómo manejas la creciente historia que estás escribiendo?
—Para mí, lo que más siento es orgullo. Orgullo de ser hijo del mejor y de portar este apellido. Desde que empecé, tenía claro que quería aprender todo lo posible de mi padre, compartir vivencias y enseñanzas con él, pero también sabía que mi carrera debía tener mi sello personal. En el ruedo, cuando estoy frente al toro, estoy solo, y ahí es donde quiero marcar mi forma de torear y mi camino.
¿Cómo definirías tu estilo en el ruedo y qué lo diferencia?
— Mi concepto se basa en el clasicismo, el que he aprendido de mi padre, pero al mismo tiempo lo combino con la juventud, la garra y la ambición de alguien que quiere llegar lejos. Trabajo constantemente para darle mi toque personal y, sobre todo, conectar con el público.
Sabemos que el público de la Monumental México es especialmente exigente. ¿Qué les puedes ofrecer como diferenciador?
— Es verdad que las grandes plazas como la México, Guadalajara o Madrid tienen públicos muy exigentes, lo cual es lógico porque son escenarios que implican una gran repercusión en caso de triunfo. Afortunadamente, llego en un momento muy bueno, tras una temporada en España que me ayudó a afinar mi técnica. Aunque apenas he toreado una corrida en México, me adapté muy bien al toro mexicano, que tiene una personalidad única. Espero que esta corrida sea una gran tarde y que podamos conectar con el público.
A tu edad, has visto la evolución de la tauromaquia desde que eras niño hasta ahora. ¿Qué cambios has notado?
—Creo que la sociedad en general ha cambiado mucho, especialmente con el auge del animalismo. Hay muchas opiniones desde perspectivas urbanas que no entienden el mundo del toro ni lo que significa en términos de cuidado y ecología. En el toro bravo, se vela mucho por el bienestar animal; es un animal que vive una vida privilegiada en el campo. Además, los toros excepcionales pueden ser indultados y vivir toda su vida en libertad. En cuanto al espectáculo, aunque la liturgia y los valores se mantienen, la técnica y la selección del ganado han evolucionado.
Finalmente, ¿cómo te visualizas para este próximo compromiso?
—Desde niño sueñas con abrir las puertas grandes de plazas como Madrid, Sevilla o la Monumental México. Gracias a Dios ya lo he logrado en algunas, y la México es una de esas metas que sigo teniendo en mente. Espero que el público disfrute, que podamos conectar y, sobre todo, que la tarde sea memorable para todos.