El enfrentamiento entre Mike Tyson y Jake Paul acapara la atención global; más allá de la expectación mediática y la taquilla récord que promete este combate en el AT&T Stadium, el retorno de Tyson a los 58 años generó un debate sobre los riesgos asociados a su salud.
Médicos y expertos en boxeo advierten sobre las consecuencias físicas y neurológicas que podría enfrentar el excampeón mundial.
¿Cuáles son los riesgos para Mike Tyson?
El doctor Alain Ducardonnet, asesor sanitario de BFMTV, enfatizó que, a la edad de Tyson, cualquier conmoción cerebral tiene un período de recuperación más prolongado y complicado.
“El cerebro sufre pequeñas lesiones que pueden ser irreversibles, con la edad, las arterias y neuronas tardan más en sanar, aumenta el riesgo de secuelas permanentes”, explicó; además, recordó que los boxeadores veteranos suelen padecer trastornos neurológicos crónicos derivados de años de golpes en el cuadrilátero.
Para reducir riesgos, el combate se llevará a cabo bajo reglas modificadas: ocho asaltos de dos minutos, guantes de 14 onzas y sin protecciones en la cabeza; aunque estas medidas buscan proteger a Tyson, no eliminan completamente los peligros inherentes al boxeo.
El desafío de la edad y el legado de Tyson
Tyson, quien lleva fuera de la actividad profesional desde 2005, se enfrentará a un rival 31 años más joven, a pesar de no ser un boxeador de élite, Jake Paul ya demostró capacidades físicas que podrían complicar la pelea para el veterano pugilista.
El exboxeador mostró una notable preparación física en los últimos meses, pero su historial de adicciones a drogas y alcohol plantea dudas sobre su capacidad para resistir la exigencia de un combate oficial. Tyson mismo reconoció en el pasado su lucha contra estos problemas, declarando en 2013 que estuvo “cerca de morir” por su abuso de sustancias.
Un combate controvertido
A pesar de las advertencias médicas, Tyson está decidido a demostrar que su nombre sigue siendo sinónimo de grandeza, pero Jake Paul no representa el mayor desafío técnico de su carrera, la diferencia de edad y los riesgos inherentes a su condición física podrían marcar la diferencia.
El cuadrilátero no solo será escenario de un espectáculo, sino también de una prueba de resistencia para uno de los más grandes iconos del boxeo.