En un partido que quedará grabado en la historia de la franquicia, los Denver Broncos humillaron a los Kansas City Chiefs en la última fecha de la temporada para asegurar su regreso a los playoffs después de ocho años de ausencia.
Denver propina histórica derrota a los Jefes de Mahomes
La contundente victoria de 38-0 no solo significó el fin de una sequía para los Broncos, sino también una declaración de intenciones para una temporada que pinta prometedora.
El novato quarterback Bo Nix fue la figura estelar del encuentro, con una actuación impecable, donde estableció un nuevo récord de franquicia al completar sus primeros 18 pases y terminó el partido con 26 de 29 para 321 yardas y cuatro touchdowns.
Su conexión con receptores como Courtland Sutton y Marvin Mims fue letal para la defensa de los Chiefs, que ya tenían seguro el primer puesto de la Conferencia Americana, por lo que decidieron dar descanso a sus titulares como Patrick Mahomes y Travis Kelce.
Sin embargo, la falta de sus estrellas no justifióa la paliza recibida, que dejó al descubierto algunas vulnerabilidades en el equipo de Andy Reid. La victoria de los Broncos no solo les aseguró un lugar en los playoffs, sino que permitió a Kansas City evitar a los Cincinnati Bengals en la primera ronda, que necesitaban una derrota de Denver para colarse en la postemporada, quienes quedaron eliminados a pesar su victoria ante los Pittsburgh Steelers.
Con esta victoria, los Broncos se enfrentarán a los Buffalo Bills en la ronda de comodines en lo que será un duelo entre dos equipos con aspiraciones de llegar lejos en los playoffs.
La victoria de los Broncos es una muestra del gran trabajo realizado por el equipo durante toda la temporada; la defensa, que ya era considerada una de las mejores de la liga, volvió a demostrar su solidez al mantener a los Chiefs sin anotar puntos.