El piloto británico Lewis Hamilton se subió por primera vez a un monoplaza de Ferrari, marcando el comienzo de una nueva etapa en la Fórmula 1 con el icónico equipo italiano. A sus 40 años y tras 12 exitosas temporadas en Mercedes, donde conquistó seis de sus siete títulos mundiales, Hamilton comenzó a cumplir un sueño de infancia: conducir un legendario coche rojo de Ferrari.
Lewis Hamilton prueba su nuevo monoplaza Ferrari
El piloto británico estuvo al volante de un Ferrari SF-23 de especificación 2023 en la pista de pruebas de Fiorano; a bordo del monoplaza, Hamilton mostró su nuevo casco, de un llamativo color amarillo y con el logo del Cavallino Rampante visible.
La emoción de los miles de aficionados que se reunieron en el circuito para verlo se hizo presente con gritos de impulso; a pesar del frío y la lluvia, alrededor de mil aficionados tifosis esperaron pacientemente en un puente cercano, para celebrar cada giro de Hamilton, quien no dudó en saludar a la multitud en varias ocasiones.
A media jornada, el heptacampeón del mundo hizo un gesto de cariño hacia sus seguidores, levantando el pulgar y tocándose el corazón.
La prueba de Fiorano no solo fue simbólica, sino también estratégica, ya que bajo las reglas de la F1, las pruebas con monoplazas actuales están restringidas, pero las regulaciones permiten que se realicen tests con coches antiguos. Hamilton pudo conducir el SF-23 durante una jornada de pruebas bajo la regla de “pruebas de monoplazas anteriores”, que le permitirá acumular hasta mil kilómetros en los próximos días.
Las pruebas de pretemporada de la temporada 2025 están programadas para finales de febrero en Bahréin, donde Hamilton podrá comenzar a prepararse a fondo para su debut competitivo con Ferrari.
El fichaje de Hamilton por Ferrari, después de más de una década de éxitos con Mercedes, fue uno de los movimientos más esperados y comentados en la historia reciente de la F1. No solo por lo que representa para su carrera, sino por lo que implica para el futuro de la Fórmula 1 en general.