El segundo día de pruebas de Ferrari en Barcelona estuvo marcado por el desafortunado incidente que protagonizó Lewis Hamilton cuando el piloto británico perdió el control de su monoplaza y se estrelló con mucha fuerza contra las barreras, provocando daños considerables en el coche.
Lewis Hamilton chocó su nuevo Ferrari
El heptacampeón de la máxima categoría, se encuentra adaptándose al SF-23 de Ferrari tras 12 años con Mercedes, sufrió un accidente mientras piloteaba el monoplaza de la Scuderia en la sesión matutina.
Aproximadamente a las 11 de la mañana, Hamilton no controló su monoplaza en el tramo final del circuito de Montmeló, lo que provocó que se estrellara contra las barreras de protección. Afortunadamente, el piloto salió completamente ileso del incidente, gracias a la eficacia de los sistemas de seguridad del coche y de las barreras de impacto.
Sin embargo, el SF-23 sufrió daños importantes en la suspensión y en diversas partes aerodinámicas del monoplaza, lo que obligó a los equipos de rescate a trasladarlo rápidamente a los boxes.
Los técnicos de Ferrari, encabezados por Matteo Togninalli, se encargaron de evaluar los daños causados por el impacto; en paralelo, el equipo revisa la telemetría del coche para entender las causas del accidente.
Jerome D’Ambrosio, director adjunto del equipo, y su personal están trabajando para esclarecer si hubo algún fallo técnico o si el incidente fue producto de un error humano o condiciones de pista.
Este accidente provocó la interrupción en el programa de trabajo de Ferrari; según lo previsto, Charles Leclerc debía tomar el volante del SF-23 por la tarde, después de realizar los ajustes necesarios en el monoplaza, como la adaptación del asiento, los pedales y otros parámetros del coche, pero el proceso de reparación de los daños llevará varias horas, lo que retrasará el regreso a la pista del equipo.
El incidente también retrasa el plan de adaptación de Hamilton al monoplaza de Ferrari, que tenía como objetivo principal permitirle familiarizarse con el coche tras más de una década en Mercedes; estas pruebas privadas, son cruciales para que el piloto británico se acople rápidamente a las nuevas dinámicas del equipo italiano.