En entrevista para Publimetro, platicamos con Alejandro Adame, uno de los toreros jóvenes más prometedores de México, nos habló sobre su pasión por el toreo, los retos que enfrenta dentro y fuera del ruedo, así como los momentos que han marcado su carrera.
Desde su descubrimiento de esta vocación hasta su preparación mental antes de cada corrida, Alejandro nos revela los secretos detrás de su éxito y las emociones que lo motivan a seguir adelante.
Entrevista exclusiva con el torero Alejando Adame
Alejandro, ¿qué te inspiró a dedicarte al toreo?
— Yo creo que mi caso fue un tanto circunstancial, por el entorno que tenía en mi familia. Crecí viendo toros, entre capotes y muletas, y a medida que fui creciendo, me di cuenta de que lo que más me llenaba era ser torero. Es lo que más me apasiona, y al final se convirtió en mi profesión, a la que me dedico al 100%.
El toreo es un acto de mucho respeto y también de peligro. ¿Cómo manejas el miedo al enfrentarte a un toro en el ruedo?
— Claro, el respeto hacia el toro es fundamental, y también el miedo, porque es un ser vivo que puede ponerte en peligro. Pero yo creo que es un acto de fe. Para eso nos preparamos cada día, nos vestimos de toreros y salimos al ruedo con la esperanza de crear una obra de arte, no una tragedia.
¿Cómo descubriste tu vocación por el toreo, más allá de solo gustarte?
—Empecé a torear a los seis años con becerritas, pero también probé con el fútbol, el voleibol y hasta la música. Sin embargo, fue a los 13 o 14 años cuando me di cuenta de que el toreo era lo que realmente me llenaba. El estar frente a un toro y experimentar esa emoción de estar vivo, fue lo que me motivó a seguir por ese camino.
¿Cómo ha sido tu trayectoria desde ese momento? ¿Qué momentos recuerdas de tu inicio en el toreo?
— Mi carrera comenzó a los 15 años cuando fui a España a probar suerte. Estuve en la escuela de la Taberna de Madrid y en la de Guadalajara. Fueron cinco años de formación taurina. Después de la pandemia, regresé a México como novillero y me presenté en plazas como la de Aguascalientes, Guadalajara y la Plaza México. Cada una de esas presentaciones fue un paso más en mi camino.
¿Cuál ha sido el momento más feliz y el más difícil en estos años de carrera?
— Uno de los momentos más felices fue cuando me presenté en la Plaza México y me pidieron la segunda oreja tras matar a mi segundo novillo. Fue algo muy emocionante, me sentí muy querido por la gente. En cuanto al momento más difícil, diría que fueron los casi 10 meses que pasé sin vestirme de torero. Fue muy duro estar en el olvido y no tener presentaciones durante ese tiempo.
¿Cómo te preparas antes de una corrida? ¿Tienes alguna cábala o ritual?
—Siempre trato de no crearme fantasmas en la cabeza. El único ritual que tengo es que comienzo a vestirme siempre con el pie izquierdo. Aparte de eso, me concentro en el toro, porque al final es el único ser con el que me voy a enfrentar en el ruedo.
¿Cómo te visualizas en tu próximo compromiso, después de estos meses de pausa?
—Ha sido una preparación intensa y aunque los últimos días han sido difíciles, estoy listo para mi próximo compromiso. Sé que va a ser complicado, pero va a ser un día para recordar. Lo único que quiero es llegar al ruedo y sentir esa emoción, ese primer capotazo, para quitarme todos los fantasmas que aún tengo.
Alejandro Adame sigue su camino en el toreo con mucha pasión y dedicación, enfrentando tanto las dificultades como los momentos de gloria con un fuerte compromiso por su profesión.
