En entrevista exclusiva con Publimetro, la representante del gobierno mexicano para la Copa del Mundo 2026, Gabriel Cuevas, compartió su visión y los desafíos que enfrenta México en la organización de un evento tan significativo como el Mundial de Futbol 2026.
Explicó que, aunque la experiencia de México como sede de eventos como la Fórmula 1 y los Juegos Olímpicos le da una ventaja, la magnitud del Mundial 2026 será mucho mayor; “Este Mundial será un desafío aún mayor que el de Qatar 2022, ya que se celebrará en un territorio mucho más grande, con 16 ciudades sede, 48 selecciones y 104 partidos”, comentó. La logística y la organización del evento, que abarcará una amplia región de Norteamérica, representarán una tarea compleja para los organizadores.
Oportunidades para el país y la proyección internacional
El Mundial de 2026 es una oportunidad única para proyectar a México al mundo; de acuerdo con Gabriela Cuevas, el evento permitirá mostrar una imagen transformada de México, destacando su creciente infraestructura, su posición como la 12ª economía mundial y su potencial turístico: “Este evento nos permitirá recibir millones de visitantes, lo que generará nuevas rutas turísticas y fortalecerá la infraestructura del país, como el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), Tulum y el Tren Maya”, agregó.
Además, este Mundial será un escaparate ideal para mostrar que México no solo es un destino turístico, sino un país moderno y en crecimiento. Se estima que alrededor de cinco millones de turistas visitarán el país, lo que será una oportunidad dorada para fortalecer la economía nacional, especialmente en las áreas de turismo y pequeñas y medianas empresas (pymes).
Preparación de la infraestructura en las ciudades sede
En cuanto a la preparación de las ciudades sede, la funcionaria destacó que ya se están llevando a cabo remodelaciones en los estadios más importantes del país, como el Estadio Azteca, el BBVA y el Akron. Estos estadios no solo estarán listos para albergar los partidos del Mundial, sino que también se están adaptando para cumplir con los altos estándares de sostenibilidad y tecnología establecidos por la FIFA. “Estamos trabajando en asegurar que estos estadios no solo sean modernos, sino que también cuenten con la infraestructura necesaria para los equipos y los aficionados”, afirmó.
Asimismo, la movilidad interna en las ciudades también es un tema clave; las autoridades mexicanas están implementando medidas para garantizar que la infraestructura de transporte sea eficiente, facilitando el acceso a los estadios y otros puntos de interés para los turistas. Se están desarrollando rutas específicas para asegurar que los aficionados puedan desplazarse sin contratiempos entre las ciudades sede.
La derrama económica y el impacto para las pequeñas empresas
Gabriela Cuevas también destacó que el gobierno mexicano no incurrirá en deudas adicionales para la organización del evento, a diferencia de lo que ocurrió en otros países como Brasil, Rusia o Qatar. “El gobierno está comprometido a no generar deuda. La infraestructura necesaria ya está en gran parte construida y lo que queda por hacer se está gestionando a través de la iniciativa privada”, comentó. El presupuesto para la Copa del Mundo será público, y se espera que el evento genere un impacto positivo en la economía local, particularmente en las pequeñas y medianas empresas, que podrían beneficiarse de la mayor afluencia de turistas.
El Mundial como herramienta de cambio social
Más allá del aspecto económico, la representante resaltó que el Mundial 2026 también será una herramienta para la transformación social de México. El futbol puede jugar un papel clave en la construcción de una sociedad más unida, en la que el deporte se convierta en una fuente de inspiración y en una oportunidad para que más niños y niñas participen en actividades deportivas.
“El futbol tiene el poder de motivar y unir a las personas. Este Mundial no solo será un evento deportivo, sino una oportunidad para generar bienestar social en todo el país, desde las grandes ciudades hasta los pueblos más alejados”, dijo. Además, agregó que uno de los objetivos del gobierno es utilizar el evento para fortalecer la infraestructura social y generar nuevas oportunidades de empleo, especialmente en las áreas relacionadas con el turismo y el deporte.
El reto de la movilidad transnacional y la cooperación internacional
Un desafío adicional que enfrenta México en la organización del Mundial es la movilidad transnacional de los equipos, aficionados y medios de comunicación entre las tres naciones sede. La representante destacó que ya se están llevando a cabo reuniones con autoridades de México, Estados Unidos y Canadá para garantizar que el tránsito entre las ciudades sede sea fluido y eficiente. Además, las autoridades están trabajando en la agilización de los trámites migratorios y las visas para los participantes y los aficionados internacionales.
A pesar de las diferencias políticas y sociales entre los países, la entrevistada se mostró optimista sobre la cooperación entre las tres naciones; “A pesar de las tensiones políticas, todos estamos comprometidos con el éxito del Mundial 2026. Este evento será una oportunidad para demostrar que, a pesar de nuestras diferencias, podemos trabajar juntos para llevar a cabo un evento de tal magnitud”, concluyó.
Un futuro prometedor para México después del Mundial
Finalmente, la representante expresó su optimismo sobre el impacto que tendrá el Mundial de 2026 en el futuro de México: “Este evento no solo dejará una huella en el futbol, sino en todo el país. Será un motor de cambio para mejorar la infraestructura, fortalecer la economía y transformar la imagen de México ante el mundo”, afirmó.
Con una planificación meticulosa y la colaboración de todos los sectores, el Mundial 2026 promete ser una oportunidad histórica para México, tanto a nivel deportivo como social y económico.