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Razones por las que Kendrick Lamar convirtió el show de medio tiempo del Super Bowl en una protesta política

Pese a que el sentimiento generalizado fue de desilusión, hay quienes leyeron entre líneas lo que el rapero hizo en el escenario

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Foto: (Especial)

El show de medio tiempo del Super Bowl LIX, protagonizado por Kendrick Lamar, ha generado una serie de reacciones polarizadas. Mientras algunos espectadores lo consideraron un espectáculo aburrido y poco convencional, otros lo vieron como una poderosa protesta política.

Entre estos últimos se encuentra el crítico y comediante Javier Ibarreche, quien un día después del mediático evento publicó una reseña en su cuenta de TikTok, ocasión que aprovechó para analizar el profundo significado de la actuación de Lamar.

De acuerdo con el tiktoker, la presentación no fue simplemente un número musical, sino una obra cinematográfica cargada de simbolismo, crítica social y referencias políticas, que desafiaron las convenciones de los shows de medio tiempo, pese a lo que muchos internautas opinaron en redes sociales.

Desde el inicio de la actuación, Kendrick Lamar dejó claro que su propósito era más allá de ofrecer un espectáculo tradicional. Ibarreche señaló que la introducción de Samuel L. Jackson, interpretando al “Tío Sam”, marcó un punto de partida en el que el show se conectaba directamente con el concepto del “gran juego americano”. Esta referencia no sólo aludía al fútbol americano, sino también a la estructura del sistema estadounidense, particularmente el orden social, económico y político que ha estado históricamente diseñado para favorecer a ciertos grupos sobre otros.

Símbolos gráficos y mensajes musicales

La escenografía, lejos de ser sólo un telón de fondo, funcionaba como un componente más de la narrativa, que invitaba a los espectadores a reflexionar sobre la lucha de Lamar contra un sistema rígido y predeterminado, como un jugador que se atreve a desafiar las reglas del juego.

Uno de los momentos más destacados de la presentación fue cuando Lamar interpretó sus canciones “Body 4 Body”, donde el cantante dijo que “La revolución va a ser televisada, escogieron el momento correcto, pero al tipo equivocado”; dichas palabras tienen dos lecturas, una de ellas toma relevancia porque el presidente Donald Trump se encontraba en el grupo ¿a caso se refería a él? Aunque por otro lado, Kendrick puedo referirse a que si querían un show ameno y amigable, escogieron al tipo equivocado, él no lo haría.

Según Ibarreche, esto fue representación simbólica de la confrontación entre la cultura afroamericana y el sistema opresivo. A través de estas piezas, Lamar expresó el sentimiento de resistencia y lucha de una comunidad históricamente marginada, utilizando su música como una forma de expresión contra el racismo estructural y las desigualdades sociales.

Un momento particularmente impactante fue durante la interpretación de “HUMBLE.”, cuando una bandera de Estados Unidos formada por personas afroamericanas fue mostrada en el escenario. Este símbolo, según Ibarreche, representaba la lucha por la igualdad y el reconocimiento de los afroamericanos en un país donde las divisiones raciales siguen siendo profundas.

La bandera, sin embargo, estaba dividida en dos partes, lo que aludía a la fractura social y política que persiste en Estados Unidos. Este acto visual fue una crítica directa a las tensiones raciales y las dificultades que enfrenta la comunidad afroamericana en su lucha por la justicia social.

Drake tuvo mención a parte

Otro momento que causó revuelo fue cuando Kendrick Lamar insinuó que podría interpretar “Not Like Us”, su tema más reciente, que alude a su rivalidad con el rapero canadiense Drake. Aunque al principio sólo tocó los primeros acordes de la canción, este gesto fue suficiente para despertar un debate sobre la autenticidad dentro de la industria del hip hop, pues la disputa radica en que Drake se ha colgado de la pobreza y la violencia que se vive en las calles, que supuestamente no vivió.

En ese sentido, Ibarreche explicó que la canción funciona como una crítica a aquellos artistas que se aprovechan de la estética del hip hop sin haber vivido las realidades de las comunidades afroamericanas, un tema recurrente en la discusión sobre la apropiación cultural en la música.

El show de Kendrick Lamar no era simplemente un entretenimiento vacío, sino una declaración artística que abarcaba tanto la historia como los conflictos de la comunidad afroamericana en los Estados Unidos. A través de referencias visuales y musicales, Lamar construyó una narrativa que abordó temas como la opresión, la lucha por la igualdad y la resistencia cultural, aseguró Javier Ibarreche.

Es así que Kendrick Lamar utilizó el escenario del Super Bowl LIX para lanzar una protesta política que para algunos resonó más allá del ámbito del entretenimiento, llevando a los espectadores a un viaje de reflexión sobre los problemas sociales y políticos que enfrenta Estados Unidos.

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