El juicio por el beso no consentido de Luis Rubiales a Jenni Hermoso continúa generando controversia, después de que Jorge Vilda, exentrenador de la Selección femenina española, declaró ante el tribunal y negó haber presionado a la jugadora para que minimizara el incidente.
“Fue un error”: Rubiales y Vilda se defienden en el juicio por el beso no consentido
Vilda aseguró que habló con el hermano de Hermoso simplemente para intentar “normalizar la situación” y que no recibió ninguna orden de Rubiales para hacerlo. El exseleccionador afirmó que estaba preocupado por el impacto mediático que estaba teniendo el incidente y que quería evitar que afectara al equipo.
“Fue una conversación de cinco minutos, hablamos un poco de futbol y le pregunto si habían visto lo del beso y qué les parecía y lo tilda de anecdótico y algo sin importancia”, declaró Vilda.
Sin embargo, el hermano de Hermoso testificó anteriormente que Vilda lo amenazó con que el futuro de la jugadora en la Selección podría verse afectado si no colaboraba para minimizar el incidente.
También afirmó que Vilda le pidió que convenciera a Jenni de grabar un video junto a Rubiales para intentar solucionar la situación.
Por su parte, Rubiales negó en repetidas ocasiones haber cometido un delito y aseguró que el beso fue consentido por Hermoso, pero la jugadora manrtiene su versión de los hechos, afirmando que se sintió violentada y humillada.
La Fiscalía acusa a Rubiales de agresión sexual y coacción, y solicita una pena de dos años y medio de prisión; Vilda y otros exfuncionarios de la federación también están siendo juzgados por coerción.
La nueva entrenadora de la Selección, Montse Tomé, también defendió su decisión de no convocar a Hermoso después del Mundial, al afirmar que no se trata de un castigo, sino de una medida para protegerla del circo mediático que se generó tras el incidente.