El mundo del futbol mexicano se encuentra nuevamente en el ojo del huracán debido a la reciente polémica en la que se ve involucrado Alan Mozo, defensa del Club Deportivo Guadalajara.
¿De qué se acusa a Alan Mozo de Chivas?
El futbolista está bajo investigación después de que se descubriera que había promovido apuestas deportivas a través de sus redes sociales, una acción que va en contra de las normativas establecidas por la Federación Mexicana de Futbol (FMF) y la FIFA.
Las reglas del futbol profesional son claras: ningún jugador está autorizado a realizar actividades de promoción o involucrarse en apuestas relacionadas con los deportes.
Esta normativa tiene como objetivo evitar el amaño de partidos, ya que la intervención de jugadores en estos procesos puede generar grandes riesgos de manipulación de los resultados con fines económicos ilícitos.
Los casos en los que futbolistas se ven implicados en apuestas son un tema delicado en el ámbito deportivo mundial, puesto que afecta tanto la integridad de la competencia como la confianza de los aficionados.
Mozo, ahora enfrenta la posibilidad de recibir una sanción ejemplar por su conducta; las investigaciones se encuentran en marcha, y se esperan acciones contundentes por parte de las autoridades deportivas; de acuerdo con el de la FIFA.
“De conformidad con el art. 26 del Código de Ética de la FIFA, los siguientes comportamientos pueden estar sujetos a una investigación de integridad que podría derivar en una multa de mínima de 100 000 CHF y una inhabilitación de un máximo de tres años para ejercer actividades relacionadas con el futbol”, señala el reglamento del máximo organismo del balompié internacional.
En su defensa, el jugador aún no ha realizado declaraciones oficiales sobre los hechos, lo que ha generado especulación en torno al caso. De ser hallado culpable, Alan Mozo podría enfrentar una suspensión prolongada o incluso la expulsión de las competencias profesionales.
Este escándalo sigue el precedente de la suspensión a siete futbolistas de la Liga Premier de México, quienes fueron sancionados con penas de hasta 57 años por actividades similares.
Para Chivas, la situación representa una crisis, ya que la imagen del club se ve afectada por el comportamiento de uno de sus jugadores; el club aún no ha emitido una postura oficial sobre el caso, pero se espera que tomen medidas adecuadas mientras la investigación sigue su curso.
