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Árbitras viven infierno y se encierran por agresiones de futbolistas: “¡Las vamos a reventar!”

Las tres juezas enfrentaron amenazas y gritos, lo que les llevó a usar un palo para bloquear la puerta y prevenir ataques

Arbitra con una imagen de su micrófono
Arbitra con una imagen de su micrófono

Un encuentro de futbol regional en Gran Canaria, España se transformó en una escena aterradora cuando tres árbitras se vieron obligadas a refugiarse en su vestuario después de recibir amenazas por parte de jugadores. Este evento sucedió durante el partido entre CD Teldecosta y CD Arena Futboltec, el cual fue cancelado en el minuto 77 a causa de una pelea que se desató en el terreno de juego.

De acuerdo con el informe del árbitro, la situación se volvió caótica después de que un jugador fuera expulsado, lo cual provocó una pelea con la participación de más de 20 individuos. Las árbitras contaron que tanto jugadores como seguidores trataron de ingresar al vestuario, lanzando gritos y amenazas. Al no poder asegurar la puerta con llave, crearon una barrera improvisada con un palo.

Abran hijas de p%$&·, que las vamos a reventar”, fue la amenaza que oyeron las árbitras, de acuerdo con fuentes. El entrenador y el responsable de equipo del conjunto visitante apoyaron a las árbitras y se ofrecieron a resguardarlas mientras aguardaban la llegada de la policía. Cuando las autoridades arribaron al lugar, los atacantes ya se habían dado a la fuga.

Las juezas consiguieron reconocer a algunos de los involucrados, y el suceso ha provocado indignación así como un debate acerca de la seguridad en el fútbol local.

El enfrentamiento entre el CD Teldecosta y el CD Arena Futboltec era parte de la Segunda Regional masculina, una liga que, aunque no profesional, no se libra de tensiones competitivas. La cancelación del juego en el minuto 77 y los eventos sucedidos después pueden “acarrear sanciones tanto para los jugadores implicados como para el equipo local”, según lo que determine el comité disciplinario pertinente.

Lo que decía el acta

El incidente comenzó en el minuto 77, cuando un jugador del equipo local fue expulsado y uno de sus compañeros propinó un golpe con la mano en el pecho de un oponente. La muestra de la expulsión no fue posible porque simultáneamente, en el extremo opuesto de la acción, varios jugadores de ambos equipos iniciaron un enfrentamiento“.

"Cuando notamos que nuestra seguridad estaba en riesgo, optamos por salir rápidamente del campo, lo que resultó en la suspensión temporal del juego hasta que las circunstancias permitieran continuar con el partido

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