La Ciudad de México está a punto de marcar un hito en la historia de la tauromaquia; con el respaldo del Congreso capitalino y de la presidenta Claudia Sheinbaum, se avanzó en un dictamen que permitirá la realización de corridas de toros sin sangre ni violencia, eliminando el uso de instrumentos punzocortantes y garantizando la integridad de los animales.
¿Cómo serán las corridas de toros sin sangre?
Con nueve votos a favor y ninguno en contra, el Congreso de la CDMX dio luz verde a la iniciativa que establece que en los festejos taurinos ya no se podrán utilizar banderillas, estocadas ni descabellos.

Los toros deberán portar protecciones en los cuernos para evitar cualquier tipo de lesión, y al finalizar el evento, regresarán a la ganadería de origen.
Este cambio busca equilibrar el respeto por la cultura taurina con el bienestar animal; la presidenta Claudia Sheinbaum enfatizó que la protección de los animales está consagrada en la Constitución de la CDMX, pero también reconoció la importancia de la tradición taurina en el país.
“Buscamos una solución intermedia que respete ambas posturas”, señaló la mandataria.
El coordinador del Partido Verde, Jesús Sesma, destacó la aprobación como “un paso histórico en la protección de los derechos de los seres vivos”.
El incumplimiento de estas normas conllevará sanciones económicas severas, se estipulan multas que oscilan entre las dos mil y tres mil veces la Unidad de Medida y Actualización (UMA) por cada animal que resulte lesionado o muerto en un evento taurino.
La propuesta en la CDMX toma referencias de modelos ya implementados en otros países, como Colombia, donde se han modificado las corridas para evitar el maltrato animal.
Se prevé que esta iniciativa sea debatida nuevamente el 18 de marzo en el pleno del Congreso, donde podría quedar formalmente establecida como una regulación definitiva para la capital del país.
Este cambio en la tauromaquia podría marcar un precedente para otras entidades en México y abrir el debate sobre la modernización de esta práctica a nivel nacional.