Javier Aguirre aprobó su primera gran prueba de fuego al frente de la Selección mexicana de futbol, después de conquistar la Liga de Naciones de Concacaf por primera vez en la historia.
Vasco resurgió a México
Dicho torneo, era uno de los principales objetivos del Tricolor de cara a la próxima Copa del Mundo, pues cabe recordar que las tres ediciones anteriores habían sido ganadas con autoridad por el archirrival de la zona: Estados Unidos.
Este importante triunfo, se suma a los recientes logros que ha tenido el Vasco en su tercera etapa al frente del combinado azteca, como lo fue cortar la racha negativa de siete juegos sin poder vencer al representativo de las barras y las estrellas.
Además, este trofeo le da créditos al nuevo proyecto de la Selección mexicana, pues cabe recordar que los anteriores técnicos perdieron su puesto por no haber ganado dicho certamen.
Con la llegada del timonel de 66 años poco a poco se ha ido recuperando la identidad de un representativo que parecía estar completamente perdido y sin rumbo, tras el fracaso en Qatar 2022.
Lo anterior, podría deberse al amplio bagaje con el que cuenta el nuevo cuerpo técnico del Tri, pues no solo se trata de la experiencia del Vasco, sino de la presencia de Rafa Márquez, a quien la gran mayoría de jugadores ven como un ídolo.
Incluso, el actual capitán de la Selección, Edson Álvarez, ha declarado públicamente que los futbolistas se sienten cómodos con la presencia de estos dos personajes, pues no solo los trabajos de entrenamiento han sido mucho más exigentes, también, se sienten arropados y guiados por dos figuras históricas de México, algo que justamente le hacía falta al combinado azteca en esta transición del cambio generacional, debido a la falta de líderes en el vestidor.
Ahora, tras haberse convertido en el primer estratega en conquistar la Liga de Naciones, Javier Aguirre tiene la consigna de elevar el nivel de su representativo, así como de impregnar por completo su estilo de juego aguerrido que ha caracterizado a cada uno de sus equipos.

La siguiente prueba para la escuadra azteca será la Copa Oro 2025, torneo en el que si bien encontrará a rivales de menor jerarquía, servirá como experimento para seguir probando jugadores y diferentes tipos de sistemas, tal como ocurrió en este último certamen.
Además, es muy probable que el Tri se encuentre en instancias finales contra adversarios como Canadá y Estados Unidos, que han crecido de forma exponencial en la última década, por lo que significarán un parámetro importante para medir el nivel del equipo.
Por tal motivo, los próximos encuentros serán claves para que el cuerpo técnico tome decisiones determinantes con el objetivo de formar un plantel que represente dignamente a México en la próxima justa mundialista, de la cual nuestro país será sede, junto a Estados Unidos y Canadá.