El inicio del esperado duelo de Champions League entre el Real Madrid y el Arsenal en el Santiago Bernabéu estuvo marcado por un acto de respeto y solemnidad.
¿Por qué se guardó un minuto de silencio en el juego del Madrid?
Antes del pitido inicial, el estadio entero se sumió en un minuto de silencio, un emotivo homenaje a dos personalidades que fallecieron recientemente y cuyo legado trascendió sus respectivos campos: el reconocido entrenador de futbol Leo Beenhakker y el laureado escritor Mario Vargas Llosa.
La figura de Leo Beenhakker, el estratega neerlandés que dirigió al Real Madrid en dos etapas (1986-1989 y brevemente en 1992), donde logró la conquista de tres títulos de Liga, una Copa del Rey y dos Supercopas de España, fue recordada con cariño por el club blanco y la afición.
Su visión táctica y su carismática personalidad lo convirtieron en una figura respetada y admirada en el mundo del futbol. Su reciente fallecimiento, a los 82 años, generó una ola de condolencias en el ámbito deportivo, y este minuto de silencio en el Bernabéu fue un sentido tributo a su trayectoria.

Por otro lado, la partida del influyente escritor peruano-español Mario Vargas Llosa, ganador del Premio Nobel de Literatura en 2010, también enlutó al mundo de la cultura y, de manera especial, al Real Madrid.
Conocido por su pasión por el futbol como fenómeno social, Vargas Llosa fue homenajeado por el club blanco, que incluso recibió en el Bernabéu en ocasiones anteriores.
Su fallecimiento representó una pérdida irreparable para las letras hispanas y su figura como intelectual comprometido también fue reconocida en este respetuoso minuto de silencio.

El silencio que inundó el Santiago Bernabéu fue un testimonio del respeto y la admiración que tanto Leo Beenhakker como Mario Vargas Llosa generaron en vida.
Jugadores de ambos equipos, el cuerpo técnico, los árbitros y una afición conmocionada se unieron en este tributo, reconociendo la importancia de sus legados.