Seguir los sueños es uno de los planes que miles de personas tienen todos los días. Enfrentarse a las adversidades, complica mantener la meta en una vida mejor. Sin embargo, “el que persevera alcanza”. Tal como lo hizo Richard Montañez, el mexicano que inventó los Cheetos Flamin Hot.
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Desde muy pequeño, Richard trabajo junto a sus padres, quienes emigraron a los Estados Unidos en busca de una vida mejor. Su primer empleo fue junto a su madre, quien se dedicaba a la recolección de uva en Ontario, después en 1976 consiguió una vacante como conserje en la planta de producción de Frito-Lay ubicada en Rancho Cucamonga, en California.
Allí fue donde Montañez acudía todos los día a la fábrica para cumplir con sus deberes, sin embargo un día un impulso le cambió la vida de una manera inesperada.
El hombre encontró varios Cheetos sin la cobertura naranja, pero en lugar de tirarlos decidió experimentar con ellos, y al tener sangre mexicana, Richard decidió añadir distintos ingredientes y chile. Para validar su nueva creación, el intendente de limpieza optó por acudir con sus compañeros para que calificaran la nueva receta que años después sería la más popular de la marca.
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La aceptación fue tanta que el hombre decidió acudir el presidente de la empresa, Roger Enrico, quien aceptó el nuevo producto y decidió ascenderlo hasta ser vicepresidente de ventas multiculturales y promociones comunitarias de Frito-Lay.
Después de muchos años, esta historia llegó a los oídos de los productores de Hollywood, mismos que están trabajando para llevar esta vida a las pantallas grades para demostrar que “el que persevera alcanza”.
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