El nombre de Marion Cotillard suele asociarse con Bradd Pitt. De hecho, la prensa rosa estadounidense la relaciona como una de las causas de la ruptura matrimonial entre Pitt y Angelina Jolie, aunque la actriz francesa y su círculo más cercano siempre rechazaron esta versión mediática que quedó instalada en los corrillos de la meca del cine.
Marion, ganadora del Oscar a mejor actriz por su interpretación de Edith Piaf en La Vida en Rosa (2008), agregó recientemente un poco de intriga sobre su éxito. Y se debe a que ella misma, en una reciente entrevista con el diario Le Monde, reconoció que en sus primeros años en Estados Unidos se vio en la obligación de inventar un romance con un artista ya afianzado.
Si bien la actriz de nacionalidad francesa se ganó el cariño de la crítica y los fanáticos de las películas con su talento, productores apostaron por impulsarla con una artimaña.
En vista de que era muy complicado que una película francesa ganara algún Oscar en Estados Unidos varios ejecutivos le recomendaron a la actriz que se dejará ver mediáticamente con algún colega ya consolidado en Hollywood.
“Intentaron presentarme a varios actores no para hacer una película juntos, sino para llamar la atención. Si formaba pareja con un actor americano conocido provocaría más interés, me dijeron. Hubo varios encuentros en los que no entendía qué estaba pasando, pero al final acabé yendo a una de esas citas”, argumentó.
Finalmente, la actriz accedió a ello, aunque dejó en claro que, en ese momento, se encontraba en una relación sentimental que no pensaba abandonar, así que todos ya estaban advertidos de ello. Se trataría de Guillaume Canet, actor y director galo, quien en 2016 salió al paso de los rumores que vinculaban a Marion con Brad.
“El ensañamiento de la prensa rosa y la estupidez interesada de quienes se hacen llamar periodistas me empujan a declarar el orgullo, amor, respeto y admiración que tengo por Marion. Os deseo lo mejor y que aspiréis a otra cosa en la vida que no sea soltar mierda constantemente”, expresó entonces.
Actualmente la actriz europea reconoció haber efectuado este truco, pero no quiso que se sepa el nombre del actor que la ayudó, aunque muchos usuarios en redes sociales, iniciaron una serie de teorías no confirmadas, las cuales indican que se trataba del mediático Johnny Depp, con quien protagonizó Enemigos Públicos.
En esa cinta encarnó a Billie Frechette, una bailarina estadounidense con ascendencia francesa e indígena, que se convierte en el amor del asaltante de bancos John Dillinger (Depp). Sobre su conexión con él declaró en aquellos años: “Estaba muy nerviosa y, además, estaba el tema del acento. Tenía que tener un acento del medioeste norteamericano, que creo que fue imposible lograr. Johnny Depp se dio cuenta de inmediato que yo estaba súper nerviosa y me ayudó mucho. Fue muy amable, un verdadero caballero, siempre estuvo allí para mí”.