A sus 29 años, Thalía llamó la atención de millones de personas alrededor del mundo con una lujosa boda que fue transmitida por televisión para deleitar a los fanáticos de la cantante.
La especial ceremonia se llevó a cabo en la Catedral de San Patricio en Nueva York, Estados Unidos con más de mil invitados, entre los que destacaron Ricky Martin, Robert de Niro, Juan Gabriel, Barbra Streisand, Marc Anthony, Tony Bennet, Bruce Springsteen, entre otras celebridades del mundo artístico.
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Tras casi 22 años desde el memorable evento, muchos recuerdan el imponente vestido que lució la intérprete de “Arrasando”. A pesar de la voluntad de Tommy Mottola de elegir casas de moda como Christian Dior, Giorgio Armani o Dior, Thalía eligió Jorge García Cárcenas -mejor conocido como Mitzy-, el reconocido diseñador de moda mexicano
Según reveló el mismo Mitzy, la cantante fue muy clara desde el inicio del largo proceso: “mi vestido no es negociable. No soy tonta, sé quién es Dior pero nadie va a hacerme ese vestido con el mismo cariño que tú me lo harías”.
Tras casi un año de trabajo, el diseñador le entregó a Thalía el vestido que ella misma había diseñado y que más tarde se convertiría en uno de los más icónicos de la industria artística por la larga cola de 18 metros.
Aunque inicialmente la también actriz quería que midiera 62 metros de largo la distancia desde el altar a la entrada de la catedral de San Patricio, el diseñador la convenció de restarle metros y agregarle las iniciales de sus nombres.
Para lograr el fastuoso diseño, Thalía y Mitzy visitaron varias tiendas de Nueva York para elegir la tela y seleccionaron minuciosamente los cristales en Swarovski para bordar a mano.
Entre tantos detalles, la majestuosa pieza pesó 70 kilos de los cuales 15 eran de joyas, lo que infló su precio a casi 350 mil dólares, lo que para ese momento eran 3.5 millones de pesos y en la actualidad 7 millones.