Meghan Markle y el príncipe Harry acudieron al Jubileo de Platino de la reina Isabel II, ya que fueron invitados por la mismísima monarca, para aprovechar de presentar oficialmente a su hija Lilibet a la familia real.
Esta invitación representaba la oportunidad de “enterrar el hacha” y acabar con la animosidad que se originó cuando los Sussex renunciaron a la realeza y se mudaron a los Estados Unidos.
Pero lamentablemente las cosas no salieron tan bien para Meghan Markle, quién según una experta en la realeza, se sintió decepcionada por el trato que recibieron, en especial sus hijos, quienes apenas estuvieron unos 15 minutos con la reina Isabel.
Meghan Markle ni siquiera tuvo la oportunidad tomarle una fotografía a su hija junto a la reina. Aparte de esto, la corona británica tampoco mostró interés en presentar a Lilibeth al mundo oficialmente como sí lo hicieron con Archie.
Por lo que los Duques de Sussex tuvieron que presentarla de manera independiente y no a través de los medios empleados por la corona.
De acuerdo con lo reportado en The Sun, la reina Isabel II solo estuvo con sus nietos unos minutos y todo fue sumamente formal. La experta en realeza, Neil Sean, sostiene que Meghan Markle se sintió muy decepcionada de eso, porque incluso recibieron un poco de hostilidad por parte de algunos miembros de la familia real como del pueblo.
Al llegar a la misa de acción de gracias que se celebró en honor a la reina Isabel, parte del público concentrado a las afueras les aplaudió, pero hubo otros que lo abuchearon.
Además, de que aparentemente fueron ignorados por casi todos los miembros de la familia y el resto de invitados, quienes huían a la mínima posibilidad de verse cerca de los Duques de Sussex.
