Marta Aura Palacios, conocida como Marta Aura, falleció. Así lo confirmaron la Compañía Nacional de Teatro y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) a través de Twitter.
“Quienes formamos parte de la Compañía Nacional de Teatro lamentamos el fallecimiento de nuestra querida compañera y amiga Marta Aura. Un abrazo a su familia y a la comunidad artística”, escribieron.
“Con tristeza comunicamos el deceso de la primera actriz Marta Aura, cuya trayectoria artística fue parte vital del elenco estable de la @CNTeatromx y quien colaboró siempre con el INBAL en la promoción del arte y la cultura. Abrazamos con cariño a su familia”.
De igual forma, Teatros Ciudad de México lamentó el fallecimiento escribiendo: “Lamentamos el sensible fallecimiento de la primera actriz Marta Aura Palacios (1939-2022), quien forjó una reconocida trayectoria de más de sesenta años en el teatro, el cine y la televisión. QEPD”.
¿Quién fue Marta Aura?
El escenario era todo para la actriz Marta Aura, quien durante más de seis décadas decidió permanecer en él interpretando los papeles que le pusieran, pero hoy el telón ha bajado y despide a una de las actrices más sobresalientes que ha dado México.
Nació en la Ciudad de México en 1942, fue hija de Olimpo Aura Pineda y Ema Palacios Ordorica, tuvo como hermanos a María Elena Aura, escritora, y Alejandro Aura, actor y poeta además de padre de la actriz María Aura.
Estudió actuación en la Academia Nacional de Bellas Artes y la primera vez que pisó un escenario fue en 1959 en el Teatro La Capilla con la obra Judith, desde entonces la actriz no paró de trabajar, su carrera se desarrolló haciendo cine, teatro y televisión a lo largo de 63 años de carrera.
Marta Aura se mantenía activa con la Compañía Nacional de Teatro (CNT), donde formaba parte del elenco estable y podía seguir desarrollando su vocación de actriz, porque desde hace algunos años la ganadora del Premio Mezcal a la Mejor Actriz por el film Coraje, en el 37 Festival Internacional de Cine de Guadalajara; comenzó a perder la vista y aunque no estaba ciega, ya no podía leer más que letras grandes y tampoco leer de corrido, por lo que tuvo que dejar la radio y la lectura de poesía.