Netflix no deja de sorprender a sus usuarios, esta vez con “Corazones malheridos”, una película romántica que tiene una duración de dos horas y que desde se estrenó, el pasado 29 de julio, se mantiene en la posición número 1 del top 10 más vistas en esta plataforma.
La película, está protagonizada por Sofía Carson, quien personifica a “Evie” en la famosa saga de Disney “Descendientes” y Nicholas Galitzine, a quien hace poco vimos como el príncipe de ‘Cenicienta’.
“Corazones Malheridos” o “Purple Hearts”, según su nombre en inglés, cuenta la historia amor de Cassie y Luke, quienes no podrían ser más diferentes. Ella una cantautora en apuros y él un joven que ha tenido muchos problemas.
“Cassie trabaja en un bar y persigue su sueño de convertirse en cantante. Luke está a punto de embarcarse para el servicio militar. Pero un encuentro casual en el bar de Cassie cambia el curso de sus vidas”, así refiere su sinopsis oficial.
Carson ofreció declaraciones a la prensa e indicó que la producción además de ser una “singular y hermosa historia de amor” refiere a una trama “con mensajes sociopolíticos realmente importantes. Para mí, el más trascendente es el corazón de la relación de Cassie (Sofia Carson) y Luke (Nicholas Galitzine), es que estas personas son de dos colores: uno rojo, otro azul, mundos polares opuestos que fueron criados para odiarse unos a otros, que se unen por el poder del amor y vivir en un mundo tan dividido, en un país tan dividido”.
“Corazones Malheridos” es una adaptación que hizo la plataforma de streaming estadounidense de la novela del mismo nombre escrita por Tess Wakefield, publicada en 2017 y que fue un éxito en ventas.
Netflix viene a estrenar esta película atrapa espectadores en un momento que requiere mantener la fidelidad de sus suscriptores tras las medidas económicas tomadas.
“Corazones Malheridos”, es una de las películas estadounidenses más sentimentales, dramáticas, emocionantes, y de romance más entretenidas para disfrutar.
Netflix ha indicado que “Cuando la tragedia toca a su puerta, los límites entre realidad y apariencia se tornan cada vez más difusos”.
