Desde la década de 1990, el nombre del productor, director y escritor estadounidense Dan Schneider, ha sonado en múltiples medios, debido a que es el creador de las series que marcaron a toda una generación, entre ellas, All That, The Amanda Show, Drake & Josh, Zoey 101, iCarly, Victorious, Sam & Cat, Henry Danger y Game Shakers.
Pero en las últimas semanas, el nombre de “El Creador” volvió a resonar y conmocionó las redes sociales, debido a que el pasado nueve de agosto, la actriz de 30 años de edad, Jennette McCurdy lanzó su libro Me alegra que mi mamá haya muerto (I’m Glad My Mom Died), donde revela los abusos que sufrió por parte de “El Creador”.
Las polémicas de Dan Schneider
Por lo que se comenzó a especular que “El Creador” podría tratarse de Dan Schneider, y de ser así, la actriz habría expuesto una serie de abusos por parte del director, donde menciona que la incitó a tomar alcohol cuando tenía tan solo 18 años de edad, recibía masajes de su parte y le tomaba fotos en bikini.
Amanda Bynes denuncia públicamente a Dan Schneider
Fue en 1996 cuando la actriz Amanda Bynes se unió al programa ‘All that show’ producido por Dan Schneider, con lo cual, se posicionó como la favorita de público lo que la llevó a protagonizar de The Amanda Show, pero fue hasta 2013, tres años después de que anunciara su retiro, cuando acusó a Dan Schneider por presunto abuso sexual, quien además, estaría presuntamente ligado a una red de pedofilia en Hollywood.
Tras las acusaciones, seguidores de Nickelodeon comenzaron a señalar los raros comportamiento que el productor mostró durante todos los años que trabajo en la empresa hasta 2018 cuando se anunció su salida gracias al movimiento #MeToo.
Incluso, se llegó a señalar que Dan Schneider tenía un fetiche con los pies, y se hace referencia en varios episodios de Drake & Josh, Zoey 101, iCarly, Victorious y Sam & Cat, además, en un momento el logo de Nickelodeon tenía la forma de un pie.
También, fue duramente criticado debido a que le pedía a los jóvenes actores, realizar sonidos y movimientos muy extraños, los cuales se podían malinterpretar, inclusive, los obligaba a hacer chistes inapropiados o con doble sentido.